MIEDO

¿Qué se supone que es el miedo? Según dice el diccionario es una emoción, una sensación muy intensa y muy desagradable al percibir que estamos en peligro.

Ese peligro puede ser un supuesto nuestro o algo muy real. El miedo nos puede marcar el futuro ya que, si es real y atroz el hecho, nos puede etiquetar y siempre sentiremos miedo al recordar o ver otro hecho similar.

Dicen que el miedo si llega a un extremo se convierte en terror. Al parecer Sigmund Freud escribió sobre el tema y clasificó el miedo en diferentes modalidades.

Según la escuela conductista psicologicamente hablando, el miedo es algo que hemos aprendido, según la psicología profunda dice que el miedo es el resultado de haber padecido un conflicto básico inconsciente y que no hemos resuelto.

Como cualquier sentimiento, el miedo es bueno o por lo menos es necesario para que evitemos el dolor o que nos defendamos de algo malo. Si han visto la película Del Revés, allí se explica perfectamente.

Desde siempre el hombre ha sentido miedo por lo que supongo estará en nuestro ADN y ha sido necesario para nuestra supervivencia. 

Cuando tenemos miedo el corazón va a gran velocidad y se pone en marcha la adrenalina, nos aumenta la presión y la glucosa, el cerebro se activa, y se detiene cualquier función no esencial de nuestro cuerpo, es decir estamos muy concentrados.

En muchas ocasiones usamos la frase “me muero de miedo”, pero ¿eso es posible? Si la adrenalina a dosis altas puede producir un infarto, realmente se puede morir de miedo.

Un día el veterinario de mi perrito me contó que a causa de los petardos hay perros que mueren de miedo, se les para el corazón de puro terror. Así que sí se puede morir de miedo. ¡Odio los petardos!.

Según algunos estudios las sociedades que se siente seguras son las que más viven atemorizadas, ¡qué gran contradicción!, al parecer el motivo es porque el miedo coarta la libertad de cada persona, y estas pueden llegar a hacer ciertas cosas que sin el miedo jamás harían. El miedo es más fuerte que cualquier ideología ya que une a las masas y esto es aprovechado por algunos sectores que dominan a esas masas.

Según he leído las clases más vulnerables al miedo son las personas con nivel cultural inferior, al parecer son más fáciles de manipular y su situación por precaria les da sensación de inseguridad, algo que es real.

Así el miedo es una maravillosa herramienta comercial, y es utilizada por empresas que se dedican a la protección particular. Además, es también muy utilizado el miedo entre los políticos que quieren conseguir más votantes, reprimiendo la libertad y así dominar a la sociedad.

La crisis es uno de los motores del miedo. Al parecer el índice de miedo se dispara al no sentirse útil, y es causa muy importante en la actualidad de suicidios. Una persona en paro que vive en una sociedad de consumo, cuando no se puede consumir, ni se tiene nada que hacer, ni trabajo que realizar no ve claro el motivo de su existencia, pierde su autoestima, y la situación puede llegar a ser insoportable. Esa persona es entonces sumamente manipulable.

Las personas mayores que han pasado una guerra, una posguerra, la hambruna y la penuria, y han tenido que trabajar cada segundo de su vida, han conseguido en un momento dado una estabilidad para ellos y sus hijos y de pronto estalla la crisis y ven peligrar las comodidades que tanto les ha costado tener, su sustento y el futuro de sus hijos, por lo que son un sector muy fácil de manipular.

Las personas jóvenes aparentemente no tienen miedo a nada, les encanta los deportes de riesgo, la velocidad y las sensaciones fuertes, pero en la sociedad de consumo en la que vivimos son muy fáciles de manejar, y si no dígales que les van a quitar su móvil o que no van a poder comprarse esas magníficas y carísimas playeras de marca muy in. 

Uno de los miedos que todo humano tiene en sus genes es el miedo al cambio, el miedo a salirse de su zona de confort, así también es muy fácil manipularles, cuando todo en su vida se ha puesto “patas arriba” y no puede hacer nada por evitarlo.

En la actualidad, además, los medios de comunicación y las redes sociales tienen un poder inmenso, cualquier noticia se da como verdadera si se propaga con las palabras idóneas y se hace viral en cuestión de segundos pudiendo poner en pánico a todo el mundo.

Si hace 75 años H.G. Wells hizo creer a sus oyentes que un ejército alienígena estaba invadiendo EE.UU. imagínense en la actualidad con los medios que disponen los periódicos, las radios, las televisiones y los políticos, ¡menuda mezcla!

En la magnifica película "El puentes de los espías", me encanto esta conversación entre el abogado del espía ruso y este que estaba a punto de ser condenado a muerte:

- No parece estar preocupado!
- ¿Ayudaría?

Si, porque en la mayoría de las ocasiones que nos aterroriza algo, lo mejor es tener la capacidad de estar en calma, pues no nos sirve de nada alterarnos. Además como un proverbio chino dice: "Si tus problemas tienen solución no te preocupes, y si no la tienen para que te vas a preocupar"

Tengo que decir que soy muy miedosa, me sobresalto con gran facilidad, ciertas noticias me aterran, pero me da mucho más miedo el poder por el poder, los bajos instintos que causa el dinero, el egoísmo humano, la falta de compañerismo con nuestra propia especie y el hecho real de que nos estamos cargando literalmente este mundo donde vivimos, que nos ha dado tanto y que se lo pagamos destruyéndolo. 

Así pues, no me gustan los políticos, nin gu no, ni los poderosos que mueven los hilos de la sociedad, y como mi gran amiga Mafalda dijo muy sabiamente: “Que se pare el mundo que me quiero bajar”.




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