Una
semana y media antes de la intervención me he tenido que hacer tres pruebas en la misma
clínica donde me operarán y dos en la clínica que llevará mi vida a partir de
ahora.
He
hablado con la nutricionista y el doctor que llevará mi postoperatorio. La
primera me ha entregado mil cosas para firmar y que si lees detenidamente escapas
para nunca más volver, además de varias hojas donde dice detalladamente lo que
tengo que comer desde el cuarto día antes del día D. Por último, después de
quedarse con mi sangre me han hecho fotos, para ver el proceso de mi perdida de
kilos.
Hoy
martes tengo que estar a dieta blanda y mucha agua, creo que va a ser lo mejor
que comeré en varias semanas. El miércoles y jueves a dieta de líquidos, creo
que me voy a ahogar, y el día D es viernes y no podré comer ni beber
absolutamente nada. Son muy específicos en esto, si al abrirte encuentran en el
estómago algo de alimento, no te operar, te mandan a casa y te cobran quirófano,
horas del doctor, medicinas, clínica y pruebas preoperatorias.
Una
vez que me intervengan estaré varias horas en la UCI y luego en una habitación
hasta el lunes que me darán el alta después de comprobar que admito una miaja
de líquido.
Ese
día ya empiezo con la dieta postoperatoria, los medicamentos que el doctor me
entregó y realmente empezaré con una nueva vida donde solo caben buenos alimentos,
pero en pequeñas porciones. Además, tendré que andar mucho y hacer ejercicio
regularmente. Me he tenido que comprar una licuadora y un medidor de líquidos.
Me
llamarán para darme cita con la nutricionista y el doctor, así como para la psicóloga
y el preparador físico.
Hasta
ahí es lo que sé por ahora. Estoy nerviosa, muy nerviosa, pero no por el tema
de la operación que también, sino porque si al abrirme ven pólipos tampoco me
lo harían y tendría que parar lo mismo que si encontrasen alimentos allí, así
que más vale que no encuentren nada.
A
mis hijos le tuve que decir lo que me iba a hacer, pues te obligan a ingresar
en la clínica con un acompañante y a la salida también. A mis amigos más
cercanos les he contado mi decisión, pero no les digo que día me operan pues no
me apetece marear a la gente y que tengan que venir a verme. Así que cuando
salga el lunes les pondré a todos un wap diciendo que todo ha terminado y que
ha ido estupendamente, como así va a ser.
Se
puede decir que hoy martes he comenzado con mi nueva vida. Estoy segura que va
a estar llena de dificultades, esto no va a ser fácil, lo que me van a hacer es
para que en poco tiempo pierda mucho peso y así animarme a continuar con una
dieta sana y ejercicio y ver con otra perspectiva la comida.
Hasta
ahora los nervios y la ansiedad hacían que me refugiara en la comida y no muy
sana por supuesto, cuando te da un ataque de ansiedad no vas al frigo a comerte
una manzana eso está claro. Recuerdo que una nutricionista que tuve, al
explicarle que me daban ataques de ansiedad y que entonces me apetecía algo
dulce me dijo: “Mujer comete una manzana”, creo que cuando tienes que perder
peso tienes que elegir a un buen nutricionista y que además tenga el título de
psicología clínica, o no te van a entender, ¡es tan fácil dar buenos consejos!
Según
me explicaron me quitan el 80% del estómago, esto hará que cuando coma
enseguida me encuentre llena y en algún lugar de ese ochenta por ciento se
produce la hormona del hambre, por lo que al parecer nunca más tendré ganas de
comer.
Pero
hay que pensar que me van a operar del estómago no de la cabeza, quiero decir
que los nervios y la ansiedad se producen en el cerebro y es ahí donde tendré
que trabajar.
Antes
de tomar esta decisión me he leído TODO lo que han publicado en internet de
esta intervención, así como las opiniones de personas que se lo han hecho.
Decidí hacérmelo en esta clínica porque fueron los que me parecieron más serios
y responsables, veremos si tenía razón.
Como
siempre mi hija es la que me está apoyando en todo, está pendiente de mí, me
lleva en su coche allí donde tengo que ir y aguanta mis peroratas sobre todo lo
que pienso en estos momentos, y me anima constantemente. Está segura que a
partir de que me operen seré mucho más feliz. Además se encargará en mi ausencia de mi pequeño Caifi. La adoro, sin ella no me lo
hubiera hecho.
Mi
hijo se preocupó mucho desde el principio, solo veía inconvenientes, pero
después de explicarle todo de forma positiva, apoya mi decisión, aunque sé que
si algo saliera mal me diría: “¡Ves te lo dije”, jajaja!
Mis
dos mejores amigas me llaman todos los días, para ver si ya se cuando me van a
intervenir, les miento diciendo que aún no lo sé, pero me reconforta tener a
gente que se preocupa por mí. Además, sé que AA se leerá este diario, creo que
es el único que lee este blog y me dará buenos consejos, él SIEMPRE HA ESTADO
AHÍ.
El
tiempo pasa muy despacio en estos días, necesito que todo acabe para comenzar
esta aventura maravillosa.
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