Soy cinéfila hasta los
poros, no puedo evitarlo, a pesar de que ya las televisiones son muy grandes y
puedes ver las películas en diferentes sistemas en ellos, con toda la comodidad
que te da el sillón de tu salón o tu cama, a pesar de que son muchas gratuitas,
pues se bajan gracias a internet a un pendrive que se enchufa a la tele y se ve
en casi pantalla panorámica, a pesar de que puedes verlas todas las veces que
quieras… me gusta ir al cine.
Creo que tenía 12 años
cuando fui por primera vez al cine sin mis padres. La sala estaba cerca de
casa, el cine se llamaba Lus y era un cine de barrio donde ponían películas antiguas.
Por aquel entonces solo veías películas de estreno en los cines de la Gran Vía,
luego de un tiempo las pasaban a los cines de barrio. Solían poner dos películas
por lo que estabas en el cine unas tres horas o más ya que hacían un descanso
entre película y película para que pudieras ir al servicio o a comprar chocolatinas
o refrescos a su Bar.
Así cuando terminaba una
película aparecía un cartel en la pantalla donde decía: VISITE NUESTRO BAR. Por
aquel entonces no recuerdo que hubiera tantas palominas como ahora. Podías
comprar chocolatinas de Nestlé que venían en un rollito que al abrirlo te aparecían
circulitos de chocolate, a mí me parecían deliciosos. También había helados
parecidos a los que ahora venden que eran maravillosos.
Por aquel entonces existía
la figura de los acomodadores, personas por lo general con uniforme que te
llevaban hasta tu butaca. Cuando llegabas un poco por los pelos y las luces de
la sala estaban apagadas, el acomodador llevaba una linterna para poder
indicarte el camino.
Antes de la película te ponían
el Nodo, una especie de documental en blanco y negro, donde se suponían te
daban los grandes acontecimientos del país, los grandes avances técnicos y en
ocasiones algunas imágenes de las visitas a nuestro país de grandes estrellas
de Hollywood. Solía ser la propaganda del gobierno y en general era un tostón aburrido
que a nadie convencía ni le interesaba y mucho menos a los niños o los jóvenes,
que estábamos deseando que sonara la música con la que siempre anunciaban el
final y que empezara la película.
Pues bien, recuerdo esa
primera película totalmente emocionada, se llamaba El puente sobre el rio Kwai,
aún siento la carne de gallina cuando escucho el silbido de la Marcha del
Coronel Bogey. En la película se empieza a escuchar en la jungla muy levemente
y va aumentando el volumen según los soldados van apareciendo en formación en
la esplanada de lo que sería su campo de concentración japonés. Creo que desde entonces siento cierta
predilección por las películas de selvas enigmáticas y guerra de británicos contra
japoneses.
Por aquel entonces lo más terrorífico
que podías ver en el cine era Drácula y sus diferentes versiones y Frankenstein,
y que siempre me gustaron y siguen gustándome, me encantan las películas que
sin demasiada sangre y solo con su suspense me ponen los pelos de punta. Sir
Alfred Hitchcock me introdujo en esas películas que me tenían pensando hasta el
final de quien era el asesino. Su terror era elegante como todas las actrices
que las protagonizaron, la fotografía era perfecta, la música impactante y el
suspense te llegaba a aterrorizar con muy pocos datos.
Luego vinieron las películas
de ciencia ficción y ciencia ficción-terror que me encantan. Así Blade Runner
será una de mis películas favoritas, junto con La guerra de las galaxias, Matrix,
Alien u Origen.
Me encantan las películas de
humor, aunque cada día cuesta más que una película me saque la risa, en ocasiones
solo consiguen que sonría, creo que con la edad te va desapareciendo poco a
poco el sentido de humor y solo va quedando la ironía y una filosofía muy
cínica. Así los hermanos Marx o Jerry Lewis me encantaban
Me volvían loca las películas
musicales, y sus fascinantes bandas sonoras me cautivan. De pequeña veía
anonadada bailar que casi era volar a Fred Astaire y Ginger Rogers. Y hasta la fecha
es un género que me encanta tanto en película como en teatro.
En mi niñez las películas que
más se veían en la tele eran las de vaqueros e indios, se hicieron grandes películas
de este género que en la actualidad se reponen en el Telemadrid todos los días.
Y los niños jugábamos a eso, a indios y vaqueros o a policías y ladrones. Lo
normal es que si eras niño los reyes magos te trajeran cartucheras con revólveres
y arcos y flechas, o incluso alguna escopeta y la estrella del sheriff.
Las películas más esperadas
las navidades eran las de Wald Disney, y sus creaciones en dibujos animados.
Estas tienen varias cosas que me fascinaban, dibujos maravillosos, animalitos
parlantes preciosos y una increíble música. Tenían acción, emoción,
fascinación, personajes fantásticos, mucha magia y un gran valor musical que a
todos fascina. Me siguen gustando mucho
las películas de dibujos animados, además en la actualidad no solo las ven los
niños con fascinación, sino los adultos, pues siempre ponen algún detalle que
solo los mayores entendemos. Así mi dibujo favorito en la actualidad es el gran
Minion, personaje totalmente adorable.
Creo que he visto miles de películas
a lo largo de mi vida y una de las últimas que he visto y creo que debería ver
todo el mundo es Thuman, una gran película que te hace reir y llorar casi al
mismo tiempo. ¡Qué nadie se la pierda!
El caso es que sigo yendo
al cine en cuanto puedo, además ahora se cogen las entradas por internet y no
hay que esperar colas, y sigo sintiendo algo muy poderoso cuando las luces de
la sala se apagan y comienzan los letreros anunciando que algo emocionante va a
ocurrir.
Tal como decía Mecano:
La cola de esta noche
no tiene final
dos horas confiando
que no colgaran
dichoso cartelito
de completo está el local.
Logre cruzar la puerta
diez duritos van
no me ponga delante
ni tampoco detrás.
eterno en la pantalla está
el visite nuestro bar.
Las luces se apagaron
esto va a empezar,
la chica de la antorcha
ya ocupó su lugar
preludio de que algo
emocionante va a pasar.
Sobre la foto fija
de una gran ciudad
los nombres y apellidos
de los que serán
actores, directores, productores y demás.
El ruido de las fabricas al despertar
los olores y colores de la gran ciudad
me hicieron sentir que yo estaba allí,
Que estaba allí.
El cuerpo de esa chica que empezó a temblar
cuando el protagonista la intento besar
me hicieron sentir que yo estaba allí,
que era feliz.
Las primeras escenas de aproximación
consiguen que te metas
en la situación
y poco a poco se va
desarrollando la acción.
Parece que se ha producido un apagón
silbidos a cabina
tensa situación
la chica ya estaba desnuda
cuando se cortó.
Recuperado el ritmo
ya llego el final
barullo de murmullos
que preguntan qué ?qué tal?
Y un desfile de zombis
que abandonan el local.
Durante hora y media
pude ser feliz
comiendo chocolate
y palomitas de maíz
sintiendo que era yo,
el que besaba a aquella actriz.
El ruido de las fabricas al despertar
los olores y colores de la gran ciudad
me hicieron sentir que yo estaba allí,
que estaba allí.
El cuerpo de esa chica que empezó a temblar
cuando el protagonista la intento besar
me hicieron sentir que yo estaba allí,
que era feliz.
no tiene final
dos horas confiando
que no colgaran
dichoso cartelito
de completo está el local.
Logre cruzar la puerta
diez duritos van
no me ponga delante
ni tampoco detrás.
eterno en la pantalla está
el visite nuestro bar.
Las luces se apagaron
esto va a empezar,
la chica de la antorcha
ya ocupó su lugar
preludio de que algo
emocionante va a pasar.
Sobre la foto fija
de una gran ciudad
los nombres y apellidos
de los que serán
actores, directores, productores y demás.
El ruido de las fabricas al despertar
los olores y colores de la gran ciudad
me hicieron sentir que yo estaba allí,
Que estaba allí.
El cuerpo de esa chica que empezó a temblar
cuando el protagonista la intento besar
me hicieron sentir que yo estaba allí,
que era feliz.
Las primeras escenas de aproximación
consiguen que te metas
en la situación
y poco a poco se va
desarrollando la acción.
Parece que se ha producido un apagón
silbidos a cabina
tensa situación
la chica ya estaba desnuda
cuando se cortó.
Recuperado el ritmo
ya llego el final
barullo de murmullos
que preguntan qué ?qué tal?
Y un desfile de zombis
que abandonan el local.
Durante hora y media
pude ser feliz
comiendo chocolate
y palomitas de maíz
sintiendo que era yo,
el que besaba a aquella actriz.
El ruido de las fabricas al despertar
los olores y colores de la gran ciudad
me hicieron sentir que yo estaba allí,
que estaba allí.
El cuerpo de esa chica que empezó a temblar
cuando el protagonista la intento besar
me hicieron sentir que yo estaba allí,
que era feliz.
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