Los
cometas son astros generalmente formados por un núcleo brillante, poco denso,
que se encuentra en estado sólido, de dimensiones generalmente pequeñas,
rodeado de una cabellera luminosa que le precede, le envuelve o le sigue, y
que, junto con el núcleo, forma la cabeza. La cola es una atmósfera luminosa
que sigue a la cabeza y está situada en dirección opuesta al Sol.
Desde
la Antigüedad los cometas han representado las fuerzas negativas que presagian
infortunios y desastres. En consecuencia, las supersticiones relacionadas con
ellos son de naturaleza negativa.
Plinio
el Viejo, Historia Natural: “Las estrellas están ligadas al firmamento y no a
cada uno de nosotros como cree el pueblo que están repartidas entre los
mortales con un brillo que varía en relación a la suerte de cada uno; las
estrellas más brillantes para los ricos, las menos para los pobres, las
apagadas para los inútiles; no nacen junto con el ser al que están ligadas ni
las estrellas fugaces indican que la vida de una persona se está extinguiendo”
Cuando
aparece una estrella fugaz significa el nacimiento de un niño: son las almas de
los niños bajando del cielo.
Desde
siempre se ha dicho que los cometas son una señal de mal augurio, que
pronostica guerras, pestes y desgracias. Si se sueña que aparece un cometa es
aviso de que acecha un peligro.
Si
se ve un cometa o estrella fugaz significa la muerte de alguien, ya que al
parecer cuando una estrella cambia de lugar es porque un alma ha ascendido al
cielo.
Es
creencia popular que las lluvias de estrellas representan malos augurios.
Antiguamente, para el pueblo significaba que el fin del mundo estaba próximo.
Cuando
se ve una estrella fugaz en el cielo hay que pedir rápidamente un deseo antes
que desaparezca, ya que se cree que el deseo se cumplirá.
Uno
de los cometas más importantes y conocidos es el cometa Halley, descubierto por
el astrónomo inglés Edmund Halley (1656-1742). Existen noticias históricamente
conformadas de la aparición de ese cometa desde el año 240 a.C. sus apariciones
han sido siempre acompañadas de calamitosos presagios como el fin del mundo,
etc. Por ejemplo, en la Edad Media, por la forma de su cola se vio en ella un
alfanje que auguraba el sometimiento de la cristiandad al poder otomano. Aunque
su aparición tiene lugar cada 76 años, ésta viene acompañada de anuncios de
males catastróficos, como ocurrió en 1910, en el que se dice fue presagio de la
Primera Guerra Mundial.
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