La escalera


La mala suerte que la superstición atribuye a pasar bajo una escalera se debe a que cuando la escalera se apoya contra la pared forma un triángulo, que la tradición popular identificó con el símbolo de la Santísima Trinidad. Antiguamente el pueblo llano pensaba que estaba prohibido pasar por debajo de este arco sagrado.

Otra versión plante que este triángulo corresponde al que formó la escalera por la cual se bajó el cuerpo de Cristo con la Cruz y el suelo. Se decía que en este triángulo vivían la maldad y el diablo.

Se supone que la persona soltera que pase bajo una escalera no se casará.

Para conjurar la mala suerte que la creencia popular atribuye al hecho de pasar bajo una escalera se suele recurrir a varios métodos, entre ellos cruzar los dedos índice y corazón al darte cuenta de a dónde te han llevado tus pasos, o bien escupir una vez bajo la escalera o tres veces después de haberla pasado.

En la Biblia, Génesis, 28, 12, se relata la visión de la escalera de Jacob, que se apoyaba sobre la tierra y tocaba con la cabeza en los cielos, y por la que subían y bajaban los ángeles de Dios.

No debe extrañarnos que teniendo en cuenta el origen religioso de esta superstición sea de buen presagio soñar que se sube una escalera y de mal agüero y contrariedades bajarla.

Fuera del mundo de los sueños, y dejando aparte el coscorrón que te puedes propinar, está considerado de buen augurio y signo de próxima boda caerte por la escalera si en ese momento la vas subiendo, y por el contrario de mal agüero y signo de asistencia a un funeral caerte si las estás bajando (atención y mucho cuidado porque podría ser el propio según la gravedad de la caída.
 

Dado el cuidado que hay que tener con las escaleras, se recomienda a quienes subiendo una escalera recuerden que han olvidado algo y se dispongan a dar media vuelta que no lo hagan: deben seguir su camino hasta el lugar al que iban y volver a bajar. Así lograrán evitar la mala suerte.  

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