El romero

El romero, cuyo nombre científico es Rosmarinus officinalis, que significa rocío del mar, es una planta mediterránea de flores azules. Es una de nuestras hierbas más antiguas y ocupó un lugar privilegiado en la Antigüedad. Los faraones del antiguo Egipto mandaban poner un ramo de romero en su tumba para perfumar su viaje al país de los muertos. Fue consagrado a Venus, y se creyó que proporcionaba la eterna juventud. Los romanos veían en esta planta de hoja siempre verde el símbolo del recuerdo y de la fidelidad, y las novias la llevaban en sus adornos nupciales. La utilizan los griegos como incienso y los estudiantes porque la hierba tenía fama de reforzar la memoria.

Una leyenda cuenta que María, en su huida a Egipto, echó su manto azul sobre el romero, que en aquel tiempo tenía las flores blancas y, a partir de entonces, en su honor, florecen de color azul.

Se cuenta que la reina Isabel de Hungría, cuando estaba vieja y enferma, recobró la salud y rejuveneció gracias al romero.

Las supersticiones relacionadas con el romero son de signo positivo de ahí el dicho: “El que pasa por el romero y no lo coge, del mal que le viniere que no se enoje”.

Se creía que, si se ponía dentro de una tumba una rama de romero, el espíritu del difunto descansaría en paz.

Al parecer, había que rociar la puerta de la casa por la parte interior con una rama de romero y agua bendita para tener buena suerte.

Se dice que si una persona lleva romero tendrá éxito en el amor y en cualquier empresa.

Se cree que si se lleva romero en el bolsillo al asistir a una boda la felicidad de los novios será aún mayor.

Existe la opinión de que, si se regala un ramo de flores, para que traiga buena suerte al que lo recibe hay que introducir en él una rama de romero.

Si se tiene romero en el jardín y florece hay que regalar manojos para expandir la buena suerte; la persona que lo recibe tiene que colocarlo sobre el dintel para que la casa obtenga la energía positiva que transmite esta planta.


Otro dicho es que si el romero crece en un jardín la mujer es la que manda en esa casa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario