Eleve la pelvis. Puede corregir la
curvatura de la espalda mediante un ejercicio muy simple que consiste en elevar
la pelvis. Existen tres maneras de hacer el ejercicio. Usted puede hacer una o
las tres.
Túmbese
sobre la espalda con las rodillas flexionadas a 45 º y los pies apoyados en el
suelo. Coloque su mano por debajo de la parte inferior de la espalda, a la
altura de los riñones. Empuje la espalda contra su mano contrayendo los
músculos abdominales y llevando las caderas hacia abajo. Practique este ejercicio
varias veces por día.
Sientese
con los muslos paralelos al suelo. Coloque una mano por debajo de la parte
inferior de la espalda y la otra sobre el abdomen, justo por encima de los
huesos del pubis. Inhale y luego exhale, mientras contrae los músculos abdominales
y gira la parte inferior de la espalda hacia debajo de manera que los huesos
del pubis se dirijan hacia arriba. Repita el ejercicio durante el día, sobre
todo si permanece mucho tiempo sentado.
Mientras
esté controlando la curvatur de su espalda de la manera descrita anteriormente,
coloque un pie sobre una silla situada frente a usted. Su pelvis se elevará
naturalmente, de manera que su espalda se enderezará y se acercará más a la
pared que cuando tenía los dos pies apoyados sobre el suelo.
No anda encorvado. Cuando sus hombros caen
hacia delante, la respiración resulta menos eficaz por lo que puede sentirse
soñoliento y decaído. Para corregir esa joroba póngase de pie con los brazos
colgando a ambos lados. Lleve las manos hacia atrá y colóquelas sobre el
trasero. Levane los hombros y luego bájelos, llevando los codos hacia atrás.
Esto acercará los omóplatos. De esta forma, estirará los músculos del tórax y
contraerá los de la espalda. Hágalo varias veces y repítalo con frecuencia a lo
lardo del día.
Use una almohada. Consiga una posición
adecuada sentándose en una silla moldeada de forma que su espalda se vea
forzada a aquearse saludablemente. Si no puede conseguir este tipo de silla,
coloque una almohada entre la parte inferior de su espalda y la silla.
No cruce las piernas. Las piernas cruzadas
impiden que su cuerpo se mantenga alineado. Los barberos y estilistas lo saben
hace mucho tiempo, y por ello insisten en que no cruce las piernas cuando le
cortan el pelo. Mantenga los pies planos sobre el suelo.
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