La musaraña es un mamífero insectívoro parecido a la rata, del que existen varios géneros. La palabra musaraña proviene del latín mus araneus, que quiere decir “ratón araña”, por la antigua creencia popular de que la mordedura de este pequeño mamífero era tan venenosa como el picotazo de la araña.
Las
supersticiones relacionadas con la musaraña hacen referencia a que es una criatura
de mal agüero.
La musaraña y la mala
suerte. El
origen de esta superstición se encuentra en la Historia Natural de Plinio: “La
mordedura de una musaraña se considera venenosa, pero las especies venenosas no
se encuentran hasta más allá de los Apeninos”.
Encontrarse
con una musaraña en el camino presagia mala suerte. Como contra hechizo había
que cruzar los pies.
Se
pensaba que si una musaraña pasaba por encima del pie de una persona ésta
pronto estaría coja.
Se
creía que, si una musaraña se deslizaba sobre un animal, fuera vaca, caballo u oveja,
enfermaría y estaría amenazado con la pérdida de una de sus patas.
La musaraña y la
hechicería. Las
musarañas fueron animales utilizados por los hechiceros como elemento
integrante de sus pócimas para adoptar la forma de un animal. La fórmula es la
siguiente: “Se coge una musaraña viva, se le quita la bilis y el corazón y se
guardan en sitio aparte; se coge su cuerpo y se muele totalmente. Cuando el
polvo esté seco, se toma un poco y se mezcla con una gota de sangre del dedo
anula de la hechicera; se pone la mezcla en una copa de vino y se bebe por
Belcebú”.
Y
rico, rico, rico…. se supone que producía el efecto deseado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario