Está
furioso consigo mismo. Se había jurado que esta vez tendría cuidado con el sol.
Ya conoce sus consecuencias negativas para la piel y sabe que existen cremas
para protegerse de los daños solares. Peor: no tuvo cuidado y ahora lo está
pagando con el malestar que le produce su cuerpo ardiendo. Por fortuna ha
aprendido la lección y la próxima vez no le pillará descuidado sin su protector
solar. Ahora preste atención a los consejos de los expertos.
Tome un analgésico. El dolor, el picor y la
hinchazón provocados por quemaduras suaves o moderadas pueden aliviarse con
aspirina. Tome dos comprimidos cada 4 horas. Si su estómago lo tolera, puede
probar con 3 o 4 comprimidos de ibuprofeno cada 8 horas.
Anticípese a la quemadura.
Si ha
tomado mucho sol, ingiera aspirina antes de que la piel se ponga roja. Los
expertos recomiendan tomar unos 650 mg (2 comprimidos) inmediatamente después
de la exposición solar. Repita la misma dosis cada 4 horas hasta completar 6
tomas.
Aplíquese compresas. Después de una quemadura
la piel queda inflamada. Para enfriarla aplique compresas embebidas en
cualquier de las sustancias que a continuación indico. Si lo desea también
puede exponer la zona inflamada a un ventilador para acelerar el enfriamiento:
Agua
fría. Use agua del grifo y, si lo desea, añádale unos cubitos de hielo. Embeba
un paño en el agua fría y extiéndalo sobre la zona quemada. Repita la operación
a medida que el paño se vaya calentando. Hágalo varias veces al día durante
10-15 minutos.
Leche
desnatada. La proteína de la leche es un buen calmante para las quemaduras.
Mezcle una taza de leche desnatada con 4 tazas de agua y añádale unos cubitos
de hielo. Aplíquela mediante compresas en la zona afectada durante 15-20 minutos,
cada 2 o 4 horas.
Harina
de avena. Es recomendable el agua de harina de avena porque calma la piel.
Envuelva la harina de avena en una gasa y póngala en un recipiente con agua
fría. A continuación, elimine la haría de avena, embeba la gasa en el líquido
obtenido y aplíquela en la zona afectada cada 2-4 horas.
Agua
de hamamelis. Humedezca un paño en agua de hamamelis, y aplíquelo a menudo
sobre las quemaduras. En áreas pequeñas puede utilizar bolitas de algodón
previamente mojadas en el líquido.
Un
baño para reducir el dolor. Una alternativa a las compresas, especialmente en
áreas extensas, es un baño de agua fría. Añada tanta agua como haga fala para
mantenerla a temperatura constante. Séquese suavemente con una toalla
procurando no frotar la piel par ano provocar más irritaciones. Las sustancias
que se citan a continuación añadidas al baño contribuyen a reducir el dolor, el
picor y la inflamación.
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