Quemaduras solares (III)

En el caso de tener quemaduras solares:

Tenga cuidado con las ampollas. Una quemadura acompañada de ampollas reviste mayor gravedad. Si las ampollas le molestan y sólo cubren un área pequeña de su cuerpo, puede pincharlas para que drene el líquido, pero teniendo siempre cuidado de no arrancar la piel que las cubre. Las ampollas serán meno dolorosas y presentarán menos riesgo de infección si el aire no entra en contacto con las terminaciones nerviosas subcutáneas. Para drenar el líquido, primero coja una aguja y esterilícela con una llama de cerilla. A continuación, pinche el borde de la ampolla y apriete ligeramente par que el líquido fluya hacia fuera. Repita esta operación 3 veces en las primeras 24 horas y luego deje que la ampolla siga su curso natural.

Cuidado con el hielo y la nieve. No baje la guardia en invierno, puesto que la luz solar reflejada en el hielo y en la nieve pueden provocarle quemaduras aún más intensas que en verano. Así, no son infrecuentes las quemaduras en los excursionistas durante el invierno, cuando se exponen a los rayos solares reflejados en la nieve. Incluso pueden producirse quemaduras en los labios cuando, debido al gran esfuerzo, respirar por la boca. Cúbrase y use protector solar en todas las zonas expuestas.

No cometa el mismo error dos veces. Tras sufrir una quemadura por el sol, su piel tarda de 3 a 6 meses en recuperar su estado normal. Cuando se quema, las capas superiores de la piel se caen, y la nueva piel que aparece debajo es aún más sensible que la primera. Esto significa que se quemará más rápidamente que antes si no es prudente.

Siga las reglas. Mientras su quemadura esté dolorosamente fresca en su memoria, refresque su sentido del sol con los siguientes consejos:

Aplique un protector solar 30 minutos antes de salir al exterior, incluso si está nublado (los rayos más dañinos pueden atravesar las nubes). No se olvide de aplicárselo en los labios, las orejas, las manos y la nuca. Aplíqueselo otra vez, si es necesario, después del baño o si ha sudado mucho.

Preste especial cuidado entre las 10:00 y las 13:00 horas, que es cuando los rayos del sol son más verticales.

Si insiste en broncearse, hágalo gradualmente. Empiece con 15 minutos e incremente el tiempo de exposición en unos pocos minutos por día de forma gradual.


Use prendas protectoras cuando no esté nadando o tomando un baño de sol. Llevar sombrero, telas de hilado tupido y mangas largas lo ayudarían a mantener el sol alejado de su piel. 

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