El
lunes fui a consulta, primero me atendió la nutricionista y luego el médico.
Estuve por lo menos veinte minutos con cada uno de ellos.
La
nutricionista me pesó y vimos juntas los resultados de perdida de grasa
corporal, corroboró mis valores diarios, pero me regañó cuando la dije que me
pesaba todos los días, dice que el cuerpo con respecto a esto es un poco enigmático,
puedes pesarte varias veces al día y pesar diferente, unos días puedes pesar
más y al día siguiente menos, así que me aconseja que no me pese, que ella lo
hará cada semana.
Con
mi experiencia en dietas que he llevado toda la vida, es cierto lo que dice,
pero aun así es tan satisfactorio cuando te pesas y ves perdida que te ayuda a
seguir luchando, aunque también si ves que no has perdido o has ganado algún
gramo te derrumbas literalmente, eso me ha pasado hoy. Me he pesado y he ganado
respecto a ayer 100 gramos.
Así
que empezaré a pesarme una vez a la semana, hasta que esto tampoco me satisfaga
y entonces lo haré cada mes, o cada vez que ella me pese.
Ella
me ha indicado algo que yo sabía pero que olvido de vez en cuando, el propósito
de todo esto es para mejorar mi estado de salud, es lo importante, tengo que
centrarme en esos valores más que en la pérdida de peso.
En
efecto he perdido grasa en los lugares claves como en las vísceras, me ha dado
un informe de ello y me ha dicho que siga con la fase 2 hasta el 8 de junio,
para entonces ya me habrá dado la dieta de la fase 3.
Hemos
hablado de sustituir el Meritene por los copos de trigo y arroz sin casi azúcar
que venden en Mercadona y que me recomendó mi hijo. El Meritene no me gusta y
tengo la sensación que fue el culpable de mis disfunciones intestinales. Ella
prefiere que tome Maizena con leche o copos de avena, pero creo que en esta
ocasión paso y sigo con los cereales, estos son sosos pero la Maizena o la
avena creo que serán peores. La nutricionista quiere que además de bajo aporte
calórico tome vitaminas y minerales y los cereales integrales que me han
gustado tienen poco de eso. Me emplaza para
vernos en una semana.
Luego
pasé a consulta con el médico, revisó mis heridas y me corroboró que “el quinto
elemento” es el que más lata da y que así seguirá por lo menos durante tres
meses más. Por lo demás me indica que intente beber un litro de agua todos los
días. La verdad es que esto es complicado.
Al
tomarme la tensión me la encuentra alta, así que me recomienda que me la tome
dos veces por semana. Así que como tengo que ir al médico de cabecera para
contarle lo de mi intervención, le pediré al enfermero que me dé cita para tomármela
dos veces por semana.
Le
comento al doctor que tengo pendiente tres pruebas por parte de la seguridad
social, a causa de mis tiroides y le pregunto si esto podré hacérmelo sin problemas,
me dice que sí que no pasará nada.
También
me dice que con mi pérdida de grasa conseguiré que me baje la tensión, el
colesterol y los triglicéridos y pudiera ser que los niveles hormonales producidos
por mis vagas tiroides se mejores notablemente. Eso lo veremos con el tiempo. Me emplaza también para dentro de una semana.
En
recepción me dan hora para el 31 de mayo. Ya estoy ansiosa por ir a esa cita, y
mucho más si no me peso.
Esta tarde voy a ir a caminar con mi hija hasta el cine donde ha cogido entradas, caminaremos por lo menos dos horas y luego se nos unirá su pareja, después de la película me traerán a casa. La verdad es que me apetece mucho, veremos como resisto la caminata. Pues tanto el médico como la nutricionista me dijeron que andara unos veinte minutos diarios, o lo que yo aguantara, pero estoy deseando poder hacer la vida que hacia antes y mucho más cuando eso es ejercicio físico.
En
estos momentos me siento pletórica, a partir de tomar las vitaminas parece que
me canso algo menos, el tiempo primaveral tirando a un tanto caluroso me anima,
además. Ya me concentro leyendo, me paso parte del tiempo en mi gran terraza
olfateando el futuro maravilloso que está ahí fuera, me gustaría que el tiempo
pasara más deprisa, pero consigo disfrutar de las pequeñas cosas del día a día,
como el sol, las flores que inundan parques y jardines, mis lecturas y el saber
que el futuro que me espera será mucho mejor, que puede que alargue mi vida y
así seguir disfrutando.