La serpiente es un reptil del
orden de los ofidios que la humanidad ha temido siempre, aunque actualmente se
ha rehabilitado este animal por sus propiedades terapéuticas, ya que, por
ejemplo, el veneno de cobra se utiliza para combatir las enfermedades cardíacas.
Las supersticiones
relacionadas con la serpiente son de signo negativo, menos las relacionadas con
sus poderes curativos.
El origen de esta superstición se encuentra en la Biblia, en el
Génesis, 3, I-I4: “Pero la serpiente, la más astuta de cuantas bestias del
campo hiciera Yahvé Dios, dijo a la mujer: “¿Conque os ha mandado Dios que no
comáis de los árboles todos del paraíso?”. Y respondió la mujer a la serpiente:
“Del fruto de los árboles del Paraíso comemos, pero del fruto del que está en medio
del Paraíso nos ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis siquiera, no
vayáis a morir”. Y dijo la serpiente a la mujer: “No, no moriréis; es que sabe
Dios que el día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como Dios,
conocedores del bien y del mal”. (…) Dijo luego Yahvé Dios a la serpiente: “Por
haber hecho esto, maldita serás entre todos los ganados, y entre todas las
bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu pecho y comerás el polvo todo el
tiempo de tu vida. Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer y entre tu
linaje y el suyo. Éste te aplastara la cabeza, y tú le acecharás el calcañal”.
En la iconografía religiosa siempre se ha representado a la Virgen
María pisando la cabeza de la serpiente, ya que ésta es el emblema del mal y
del pecado.
La culebra y la salud. Se decía que una piel de culebra o serpiente llevada por una
parturienta facilita el parto; y también que colocar pieles de estos animales
en los gorros o sombreros era un remedio contra el dolor de cabeza.
Se creía que la piel de estos reptiles servía, por ejemplo, para
curar las heridas causadas al clavarse los pinchos de un espino; había que
ponerla sobre la parte dolorida, ya que de eta forma el pincho, según se creía,
salía por sí mismo.
La culebra y la hechicería. En el siglo XVI explotó la creencia de que para obtener el favor
de príncipes y grandes señores era necesario poseer polvos de ceniza que
resultaran de quemar una culebra vieja en luna llena.
Para hacer conjuros a fin de que una mujer fuera perdiendo la
salud se echaba un cabello de ésta con raíz en una jofaina, y después se
arrojaba a tierra. Al cabo del tiempo se convertía en una culebrita, y a medida
que el animal iba creciendo, la mujer a quien pertenecía el cabello iba
desfalleciendo.
Se cree que el mal agüero el mentar u oír nombrar la culebra, y el
conjuro para remediar la mala suerte en nombrar al "lagarto" una
sola vez.
Y en realidad, sabemos la diferencia que hay entre la culebra, la
serpiente y la víbora. Yo creo que en muchas ocasiones utilizamos la misma
palabra para indicar a las serpientes cuando en realidad hay ciertas
diferencias entre cada una de ellas.
Empecemos por las serpientes, estas son un suborden de los
reptiles. Estos vistosos animales carecen de patas, suelen ser en forma de
cilindros alargados y están cubiertos de escamas.
Las serpientes se dividen en “culebras” que son una familia de
serpientes y que pueden llegar a ser mil ochocientas especies diferentes,
parece mentira, pero existen. El tamaño de las culebras suele ser de entre 18 y
27 centímetros. La cabeza de las culebras está cubierta de escamas muy grandes.
Las culebras son de tierra, aunque hay que decir que existen algunas que son
acuáticas, otras excavadoras y algunas anfibias.
Las culebras son una familia con el mayor número de especies y géneros
ya que durante años y años han sido como el cajón donde se acogían las especies
que no estaban clasificadas.
Por ello muchos de nosotros y por error conocemos a las culebras
como las serpientes que no son venenosas o hay países que, dentro de su idioma,
utilizan culebra como sinónimo de serpiente.
Las víboras, sin embargo, es una subfamilia de la serpiente. Las
víboras se caracterizan por ser venenosas y cuentan con largos colmillos muy
afilados.
Las víboras tienen una cabeza triangular y son muy veloces cuando
se ponen en posición de ataque, por lo que esto las hace ser un enemigo en
ocasiones muy mortal.
Pero es curioso como hay gente que adopta serpientes como si fuera
una mascota más. Estas personas tienen que saber que los reptiles necesitan
cuidados constantes, concretos e incluso imprescindibles.
Asimismo, hay que tener en cuenta que clase de serpiente, culebra
o víbora recogemos en nuestro terráqueo, pues podrían ser peligrosas para
nuestras familias o para nosotros mismos.
Y no olvidemos que como todos los reptiles son de sangre fría por
lo que toman su temperatura del medio ambiente, es decir, están calientes si el
medio lo está y están frías cuando la temperatura ambiente es frio.
Estos animales son mucho más activos cuando el ambiente es caliente
y pasivos en ambientes fríos. Así que en el terrario donde lo tengamos
tendremos que disponer de algún tipo de calefacción con termostato que envuelva
a estos animales a la temperatura adecuada según su especie y su hábitat normal
similar al que tenían en libertad.
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