Los
números sugieren sensación de exactitud, de precisión. “Dos más dos son cuatro”,
se suele decir, dando a entender que no ha lugar a más argumentaciones. Pero se
trata de una actitud partidista respecto a la aritmética, el álgebra, el
análisis y, las matemáticas en general.
Por
el contrario, los números siempre han hundido sus raíces en las tradiciones, en
los tratos comerciales de los grupos humanos que los han empleado de diferentes
formas en el transcurso de la historia.
Los
significados sacros (según los cuales el 3 o el 7, por ejemplo, representaban
diferentes ideales de perfección) y la sección áurea, es decir, una relación
bien definida entre la base mayor y la menor del rectángulo, han constituido
frecuentemente los elementos esenciales para la construcción de templos y lugares
de culto. Los contactos comerciales y culturales con Oriente han concurrido de
manera determinante al abandono de las cifras romanas en favor de las árabes. Son
otros tantos ejemplos de que las matemáticas, lejos de ser una abstracción
desligada de la vida real, están en cambio, empapadas de valores concretos.
En
este punto, nos vemos forzados a establecer un paralelismo entre la común
percepción de los números y el mundo en el que se conciben las relaciones entre
la inteligencia, la creatividad y ese universo de motivaciones, sentimientos,
deseos que se agolpan en la mente del hombre. Efectivamente, con frecuencia se
tiende a dividir la realidad en sectores netamente separados entre sí. Y ello
no es más que un error, como lo es asimismo separar las matemáticas de los
contextos humanos en que se han desarrollado.
En
realidad, el mundo psíquico no presenta líneas de demarcación bien definidas.
Al igual que todos somos inteligentes, si bien en diferente medida, todos somos
creativos y portadores de un mundo afectivo riquísimo. Los distintos
componentes psíquicos se entrecruzan, se compenetran entre sí, interactúa, y
dan lugar a ese fenómeno complejo que es la personalidad el individuo, con sus
inmensas potencialidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario