Cojamos el camino acertado

En muchas ocasiones el problema no consiste en coger un camino equivocado, sino en no ver ningún camino. Hay momento en los que el destino parece ponernos a prueba. Hace unos días una amiga, a raíz de una situación complicada que estaba viviendo, me dijo algo así como: “Ya me contarás tú qué enseñanza se puede sacas de este problema desastroso”, y yo la dije: “No me digas que no lo ves”, “¿No te das cuenta de que después de esto cualquier cosa que te echen te parecerá una insignificancia?, tienes una oportunidad para aprender a no sentirte afectada, por mucho que un mentecato lo pretenda”.

Estábamos hablando de un tema laboral, la insistí en que jugase a sorprender a su inmerecido jefe en la primera ocasión que se le presentase; así en lugar de enfadarse o sentirse consternada ante sus descalificaciones, le respondería con una amplia sonrisa, diciéndole aquello de:”¿alguna otra aportación o por hoy ya nos has iluminado bastante?”; esta respuesta no es agresiva considerando la superficialidad el jefe en cuestión, no obstante le sugerí otras respuestas a medida, en función de su estado anímico y del ambiente imperante, si se sentía muy debil y creía que “el horno no estaba para bollos”, siempre podría sonreír y hacer un gesto como diciendo ¡hay que ser insensato! Pero eso sí, sin salir esa frase de su boca; lo máximo que podía pasar es que el mencionado jefe le preguntara ¿qué quería decir con esa sonrisa?, a lo que ella podría responder “¡Ah, pero estaba sonriendo!, ¡no me había dado cuenta, me sale esa sonrisa siempre que estoy especialmente atento!

                                      Hombre asustadizo amenaza y los ataques, 3d Foto de archivo - 11196310 

Hay una regla clave: cuando no veas ningún camino, no sigas mirando. ¡Párate! Cierra los ojos, controla tu respiración, intenta pensar en algo positivo y, cuando lo consigas, mira de nuevo y quizá ya puedas ver; pero si aún no distingues nada, no te preocupes, porque seguro que está ahí y lo único que quiere es darte una sorpresa; vuelve a concentrarte en otras cosas, a ser posible que te traiga recuerdos agradables, intenta disfrutar de esas imágenes y, cuando menos lo esperes, aparecerá lo que buscas. En casos extremos, en los que nos sentimos a punto de explotar, hagamos algún tipo de actividad física o deportiva; en casa, siempre podemos hacer algo de gimnasia o bailar, actividades ambas saludables que nos ayudan a canalizar esa energía que parece ahogarnos.


Siempre hay un camino, aunque en ese momento parezca escondido.

                                 Resultado de imagen de imagenes de camino

No hay comentarios:

Publicar un comentario