¿Sabíais
que en 1882 un bando municipal de la alcandía de Madrid que presidia José Abascal,
advertía que se imponía un impuesto de cinco pesetas a todos lo que fueran a
recibir a los Reyes Magos?
Al parecer había la costumbre de tomar el pelo a
algunos forasteros y se les decía que había que salir a buscar a dichos Reyes
Magos en la madrugada de cada 5 de enero.
Así Abascal privó a los madrileños
del disfrute de un día festivo donde se permitía casi de todo. Al mismo tiempo
hay que decir que las familias ricas tomaban uvas y champan en la cena de
Nochevieja.
Unos madrileños haciendo uso de su incorregible humor, decidieron reírse
de la costumbre, acudiendo a la Puerta del Sol a tomar una uva por cada
campanada de media noche.
Al
año siguiente los periódicos animaron a hacer un rito y divulgaron que las uvas
eran milagrosas. Poco a poco la costumbre se amplió al resto de España.
Hay
que contar también que algunos opinan que esta tradición la impuso los excedentes
de uva que se produjo en 1909 en Alicante.
En
cualquier caso, se dice que el que toma las doce uvas al tiempo de cada
campanada tendrá un próspero año.
Creo
que hacer juntos una misma cosa una vez en la vida, (como decían Mecano), es
algo maravilloso. Ojalá que esas uvas nos traigan unión, paz y suerte a todos.
Y
que en el 2016 todos los españoles tengan un trabajo justo, una salud
envidiable y alguien con quien compartir un gran amor.
FELIZ
AÑO NUEVO
