Abracadabra (II)

Como decía en la entrada anterior estos son algunos de los diablos que se pueden encontrar en los tratados de demoniología:

LEVIATÁN: Gran almirante del infierno. Es el demonio de los políticos y de los diplomáticos. Ayuda a los hombres a alcanzar el poder y sólo gusta de poseer mujeres famosas.

BELLIAL: Rey de la sodomía, la disolución y la impiedad. Se le representa como un bellísimo ángel montado en un carro de fuego. Es borracho, vicioso y gran conocedor del futuro. Tienta al hombre por la arrogancia y a las mujeres por la presunción; es el gran seductor de los adolescentes.

AMMÓN: El democio de la fuerza y de la violencia; señor de los bosques. Toma la forma de un lobo negro y sólo se aparece de noche.

AZAZEL: Portaestandarte de los ejércitos infernales. Es el demonio emisario y el dios de los brujos. Se le presenta como un macho cabrío que se alimenta de semen y sangre menstrual.

NEBIROS: El nigromante infernal. Ataca con males incurables a los hombres que no le obedecen; es un experto fabricante de ungüentos y pócimas.

MAMMÓN: Príncipe de la avaricia. Se le considera enemigo mortal del Ángel de la Guarda.

BELFEGOR: El demonio de la pereza. Representante de los inventores, tiene siempre la boca abierta, de la que le sale una lengua bífida; se le identifica con la vagina de la mujer.

LEONARDO: El diablo de la tristeza. Preside las misas negras bajo la apariencia de macho cabrío. Tiene tres cuernos, orejas de zorro, cabellos rojos e hirsutos y un rostro en el trasero. De carácter taciturno, es el jefe de los magos.


LILITH: El espectro de la noche. Es un demonio femenino que vuela sobre su larga cabellera, seleccionando a sus víctimas entre los hombres dormidos, a los que seduce. Se identifica con Eva y la serpiente; su maldad se atribuye a que fue la obra inacabada de Dios a causa del descanso del Sabbat.

                                Diablillo enamorado
                                            

No hay comentarios:

Publicar un comentario