Los rayos y los truenos (II)

La tormenta y la ira de Dios. Plinio en la Historia Natural explica: “Los rayos son los fuegos de los tres planetas superiores, particularmente los de Júpiter, que ocupa la posición intermedia, posiblemente porque llena el vacío entre la excesiva humedad del círculo superior (Saturno) y el excesivo calor del círculo interior (Marte) y éste es el origen del mito de que los rayos son las jabalinas lanzadas por Júpiter”.

En el libro XXVIII: “Lucio Piso, en el primer libro de sus Anaes nos relata que el rey Tullus Hostilius usaba el mismo sacrificio ritual que Nunca, que encontró en su libro, y en un intento de hacer bajar a Júpiter de los cielos fue alcanzado por el rayo como consecuencia de haber omitido ciertas formalidades del ritual”.

El Evangelio de San Juan, 12, 28-9 relata: “Padre, glorifica tu nombre. Llegó entonces una voz del cielo: “Le glorifiqué y d nuevo le glorificaré”. La muchedumbre que allí estaba y oyó decía que había tronado; otros decían: Le habló un ángel”.

Tácito en los Anales XIV, describe: “Cuando Nerón se sentó para almorzar en su villa llamada Sublaqueum… las viandas fueron alcanzadas por el rayo y la mesa se volcó y esto… se comentó en los alrededores… de donde procedían los antepasados de Plauto, como señal de que era el hombre predestinado para gobernar el Imperio por voluntad de los dioses”.

Según la creencia popular, cuando se oía tronar era Dios que llamaba la atención a los hombres por sus pecados. También se creía que los relámpagos significaban la ira de Dios.

La tormenta y la salud. Plinio en la Historia Natural XXVIII informa: “Si se arranca con los dientes un trozo de madera de un árbol que ha sido alcanzado por el rayo, manteniendo las manos detrás de la espalda, y se aplica sobre el diente o muela afectado por el dolor, es un remedio infalible, según se dice, contra los dolores de muelas”.


Se pensaba que mascas astillas de un árbol alcanzado por el rayo curaba el dolor de muelas. 

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