Los rayos y los truenos


Los rayos y los truenos son fenómenos atmosféricos que por su violencia siempre han causado pavor a la humanidad. Las supersticiones relacionadas con estos fenómenos generalmente tienen un carácter negativo y también se han valido de ellos las artes adivinatorias para formular sus pronósticos

Cuando escuchamos la frase “rayos y centellas”, las centellas son aquí el femenino de rayo.

La tormenta y la suerte. Plinio comenta en la Historia Natural: “Es un fenómeno que presagia fortuna el hecho de que un rayo proceda de la primera parte del cielo y desaparezca por el mismo lugar, una señal que se recuerda fue visa por el dictador Sula, pero los demás auguran desgracias, según la división del cielo por donde aparezcan. Hay personas que creen que trae mala suerte escuchar o contar los estampidos de los truenos”.

Se dice que trae mala suerte señalar hacia la parte del cielo por donde se cree que aparecerá un relámpago.

Parece que trae mala suerte contar el tiempo que transcurre entre el relámpago y el trueno para determinar la distancia de la tormenta.

La tormenta y los augurios. Homero en la Ilíada dice: “Aconsejo a los acaienos todos que regresen a sus lares, porque nunca verán el poster día de la inhista Ilios. Bajo sus manos la ha tomado Zeus el que potente truena, y ha infundido a su pueblo gran audacia. En cuanto a vosotros, idos para transmitir mi respuesta a los caudillos acaienos, participándosela también a los ancianos, y mediten otro medio mejor de salvar las naves y las tribus acaienas, ya que mi cólera hace inútil el que hallaron”.

Plinio en la Historia Natural, expone: “El conocimiento ha avanzado tanto en la interpretación de los rayos, que se puede predecir cuándo volverán a caer y lo que destruirán; este progreso ha sido hecho mediante experimentos públicos y privados”.

Plinio sigue: “Los relámpagos a la izquierda del cielo son considerados señal de buena suerte, porque el Sol sale por el lado izquierdo del firmamento y su aparición no es tan visible como su desaparición”.

Más tarde Plinio dice: “Marcia, una romana de alto linaje, fue alcanzada por un rayo cuando estaba embarazada y aunque el niño murió, ella salió ilesa de este percance. Otro de los fenómenos que acontecieron en tiempos de Catilina fue que un magistrado de Pompeya, llamado Marco Herennio, fue alcanzado por un rayo que apareció en un día completamente despejado”.

Se decía que cuando había una tormenta en verano era señal de que iba a morir una persona importante.

Se cree que si relampaguea hacia la izquierda del cielo es señal de buena suerte.


Se pensaba que las tormentas en domingo eran augurio de la muerte de un hombre importante. En martes traían suerte. En miércoles traían mala suerte. En jueves anunciaban cosechas abundantes. En viernes auguraban asesinatos. En sábado, plagas y epidemias.  

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