Las vitaminas

Cuando en 1911 el polaco Funk introdujo el término “vitamina” para definir “algo” presente en la alimentación de los guardianes de la cárcel de Java que les impedía contraer el beriberi como, por el contrario, ocurría con los reclusos, alimentados exclusivamente con arroz perlado, inauguró una época de espléndidos descubrimientos. Al cabo de pocas décadas se habían aislado otros grupos de moléculas orgánicas, hermanadas por el hecho de carecer de valor calórico y, sin embargo, de ser indispensables para el funcionamiento del organismo.

Una clasificación elemental, útil incluso para quien no tenga interés científico sino sólo el sentido común de tratar de mejorar su propia alimentación, es la que distingue las vitaminas liposolubles (solubles en las grasas, como las vitaminas A, D, E y K) de las hidrosolubles (solubles en agua, como la vitamina C y las ocho vitaminas del complejo B).
 
Baste esto para recordarnos que no se debe penalizar exageradamente a grupos enteros de alimentos, como ha ocurrido con la discutida familia de las sustancias grasas. Una drástica y no fundamentada reducción de las grasas alimenticias, como la que se imponen las jóvenes anoréxicas o los ancianos inapetentes y demasiado preocupados por su colesterinemia, puede reducir de forma desmesurada el suministro de vitaminas liposolubles.

El descubrimiento de las vitaminas significó un hito porque desarmó la vieja concepción de “enfermedad”, centrada sólo en la presencia de factores nocivos, tóxicos o microbianos y que no contemplaba la carencia de moléculas protectoras. En honor a la verdad hay que reconocer que la gente de mar ya había intuido el valor protector del zumo de limón contra el escorbuto, hasta el punto de que el Almirantazgo británico en el siglo XVIII garantizaba el suministro de zumo de limón a los marineros a partir de la quinta semana de navegación.


Así pues, las vitaminas asumen una serie de funciones y aunque no suministren directamente energía, muchas de ellas forman parte de sistemas enzimáticos necesarios para liberar la energía de los hidratos de carbono, de las grasas y de las proteínas. Además, también desempeñan un papel en la formación de las hormonas. Así pues, se puede concluir que la propia normalidad de la vida celular está subordinada a un adecuado suministro de vitaminas en la alimentación. Este aporte puede escasear por distintos motivos, sobre todo en los ancianos, ya sea por defectos de absorción, de circulación y de transporte de las vitaminas en el interior de las células. En esta situación, que no es nada rara, se producen carencias funcionales que pueden acentuar un genérico cansancio o reducir la sensación de bienestar, incluso en ausencia de signos clínicos específicos de enfermedad.

El agua y la hechicería


El agua se ha utilizado en los ritos con significados diversos. Las supersticiones relacionadas con ella son muy variadas, y están conectadas con prácticas hechiceras, curanderas, etcétera.

La Biblia menciona el agua en diversos paisajes: Eclesiastés, I,7: Todos los torrentes invernales salen al mar, no obstante, el mar mismo no está lleno. Al lugar para donde salen los torrentes invernales, allí regresan para poder salir”.

Libro de Job, 26,8: “Encierra las aguas en las nubes, y las nubes no se rasgan bajo ellas”; 36,27-8: “Él atrae las gotas de agua y diluye la lluvia en vapores que destilan las nubes, vertiéndola sobre el hombre a raudales”; 38,37: “¿Quién puede contar las nubes con sabiduría, y quién derrama los odres de los cielos?”.

El agua y la hechicería

Sprenger y Krämer explican en el Malleus maleficarum: “Si una mujer introduce una rama en el agua y sacude el agua recogida en ella al aire para causar la lluvia… ha hecho un pacto con el diablo mediante el cual hace este sortilegio como bruja y es el diablo quien trae la lluvia”.

Se decía que introducir una rama en el agua y sacarla al aire era un procedimiento propio de brujas para provocar grandes tormentas y lluvias torrenciales.

Cuando se perseguía a una persona sospechosa de brujería se pensaba que se detendría al tropezarse con un río porque era creencia general que los espíritus no podían cruzar una corriente de agua.

Se creía que había que escupir tres veces en el suelo antes de cruzar una corriente de agua al anochecer para protegerse de los malos espíritus y hechiceros.

El agua como contra hechizo

Se suponía que para contrarrestar el mal agüero había que tirar agua por la puerta, balcón o ventana.

También existía la costumbre de que cuando moría una persona había que arrojar a la calle toda el agua que hubiera en la casa, ya que se creía que los muertos bañaban su alma para purificarse y no querían beberse sus culpas.


Se solía utilizar la llamada agua de alicornio para contrarrestar el mal de ojo. 

Calorías

Si la alimentación sólo fuera un problema de calorías, como creen algunos obsesionados por sus ímprobos esfuerzos para adelgazar, un ordenador, podría sustituir perfectamente a médicos y dietólogos en la elaboración de las dietas. Pero el problema no consiste sólo en adecuar la exacta cantidad de calorías al desgaste energético de una persona.

Para ser sinceros, en un estudio médico, por bien hecho que esté, ni siquiera esta valoración resulta fácil, dado el carácter aproximado de toda estimación de la energía gastada. Ni siquiera las personas más autorizadas están en situación de indicar con precisión los tiempos dedicados a las diversas actividades físicas, desde los paseos hasta la jardinería pasando por la bicicleta y la práctica deportiva, y con mayor razón resulta difícil prescribir la adecuada cantidad y calidad de alimentos. Además, toda dieta siempre debe tener en cuenta los gustos, los hábitos personales y las tradiciones alimenticias. La motivación psicológica contribuye no poco a asumir una dieta y a cumplirla incluso durante largos periodos.

Cualquier esquema dietético debe tener como punto de partida un correcto reparto entre los tres nutrientes fundamentales, hidratos de carbono, grasas y proteínas, según las indicaciones porcentuales elaboradas por los expertos internacionales, a saber: por lo menos el 50-55% de las calorías totales debe proceder de los hidratos de carbono, no más del 30% de las grasas y el restante 15.20% de las proteínas, sin olvidar el valor gratificante de una aportación esporádica procedente de las bebidas alcohólicas (no más del 7-10% del total de las calorías).


Pero esto no es suficiente. En efecto, la alimentación desempeña al mismo tiempo por lo menos tres funciones distintas: la primera es la energética, en el sentido de que proporciona el “carburante” para las incesantes actividades vitales; la segunda es la plástica, con la que responde al desgaste de los tejidos y trabaja en su reconstrucción; finalmente, la tercera es la función protectora, ejercida por sustancias no calóricas presentes en los alimentos, como las vitaminas y los minerales, a las que corresponde la tarea de acelerar las reacciones químicas y de garantizar el cumplimiento de los procesos metabólicos fundamentales. 

El equilibrio interno con el yogur

Las mujeres persas no solo lo consumían, sino que lo utilizaban como cosmético que les permitía borrar las arrugas y las manchas en la piel. Ellas ya sospechaban que se encontraban ante “un gran alimento”, en el sentido más amplio del término.

Este producto derivad de la leche contiene más de 100 millones de microorganismos que nos aportan algún beneficio concreto y que lo hacen especialmente digerible y hacen “que siente bien”. Una de las ventajas que se obtiene al tomarlo es que mantiene la flora intestinal, que tanto daño sufre cuando seguimos un tratamiento farmacológico prolongado a base de antibióticos o también cuando se sufren diarreas continuas.

El tránsito intestinal también mejora, por lo que resulta especialmente bueno para aquellas personas con problemas de estreñimiento. Y nos ayuda a digerir mejor el azúcar de la leche, la lactosa. Por si fuera poco, aporta un granito de arena más para reforzar el sistema inmunitario e, incuso (si el estilo de vida en general es sano), también a prevenir algunos procesos cancerosos.

UNOS DIENTES MAS SANOS. Al igual que ocurre con otros alimentos, el yogur siempre es motivo de estudio. Uno de los últimos, publicado en la prestigiosa revista Journal of Periodontology, asegura que el consumo de yogur previene enfermedades dentales tan serias como la periodontitis. Esta enfermedad no solo tiene consecuencias para la salud bucal (la pérdida de piezas dentales si o se trata) sino también para todo el organismo, ya que puede ocasionar diabetes, enfermedades cardiovasculares o partos prematuros.

La universidad de Tokio aporta otro interesante dato sobre el yogur y la salud bucodental. Según una investigación realizada allí, los niños que toma yogurt al menos cuatro veces a la semana son 22% menos propensos a desarrollar caries. Eso sí, es preferible no decantarse por lo que llevan azúcares añadidos, puesto que entonces no se consigue ese beneficio.

SU RELACION CON EL PESO. Y el nexo entre este producto y el sobrepeso también parece estar claro. Aunque no existe un único alimento capaz de proporcionarnos la silueta que deseamos (sobre todo porque en muchas ocasiones esa imagen está en nuestra mente y no se corresponde con la estructura ósea que la naturaleza nos ha dado), sí hay productos que nos ayudan a mantener un peso saludable, que no es otro que el que nos permita vivir sin enfermar. Y uno de ellos es el yogur.


Desde hace un tiempo se sabe que consumirlo a diario puede contribuir a mantener un perímetro de cintura correcto y a evitar que la grasa se acumule justo ahí.

Labios agrietados

Los labios agrietados dan un nuevo significado a la expresión “sonreír”. Cuando los labios están doloridos, rojos y despellejados, incuso una pequeña mueca puede empeorarlos. No importa que se sienta (y parezca) poco simpático. Así que devuelva el color rosado a sus labios con estos consejos.

PRUEBE UNA SOLUCION BALSÁMICA. La mejor forma de impedir que sus labios se agrieten es evitar el tiempo seco y frío, el principal causante de las lesiones en los labios. Dado que a la mayoría de la gente le resulta poco práctico desplazarse a los trópicos, en su lugar le proponemos que acuda a una farmacia.

Antes de salir al exterior (y lo hará muchas veces), cúbrase los labios con una sustancia balsámica. Debe hacerlo cada vez que coma o beba cualquier cosa o bien cada vez que se moje los labios, ya que ninguna sustancia dura mucho tiempo sobre ellos.

USE UNA CRAMA SOLAR. Recuerde también que el sol quema los labios (en cualquier época del año), de manera que es aconsejable que escoja un producto que tenga un protector solar.

El sol daña los labios y puede causarles sequedad, al igual que en el resto de su piel. El labio más afectado por el sol es el inferior, puesto que es el que más recibe los rayos ultravioletas.

Por ello no debe usarse un bálsamo de labios cualquiera, sino uno que contenga un protector solar.

VITAMINA B. las deficiencias nutricionales, sobre todo las del complejo de la vitamina B y las de hierro, pueden tener un papel importante en la aparición de grietas en los labios.

Así, para asegurar que su aporte sea correcto ingiera un suplemento multivitamínico.


PRUEBE LA CERA DE ABEJAS. La manteca de cacao es uno de los productos más tradicionales y útiles para tratar los labios agrietados. Se presenta en una pequeña lata y contiene entre otras cosas cera de abeja y fenol. No hay ningún otro medicamento de venta libre mejor que éste. 

Los cuchillos y las supersticiones

Todos los instrumentos afilados, cortantes, hirientes, como los cuchillos, desde tiempos remotos han estado relacionados con las heridas, las mutilaciones, los sacrificios rituales, la muerte… Por tanto, éstos tienen carácter negativo para la superstición.
Su conexión con la brujería ha sido muy intensa: desde su utilización para practicas rituales, hasta considerarlos como una de las señales que denotaban la presencia de brujas en un lugar, en forma de cuchillos cruzados clavados en la tierra.

El cuchillo como regalo. Desde muy antiguo se opina que trae mala suerte regalar cuchillos o cualquier otro objeto cortante como cuchillas, tijeras, etcétera, porque cortan el amor y la amistad. Para contrarrestar la mala suerte hay que dar a cambio una moneda, o pinchar muy levemente a la persona que lo recibe.

El cuchillo y la tormenta. Se dice que los cuchillos son objetos peligrosos cuando hay tormenta porque atraen al rayo; por tanto, hay que quitarlos de la mesa y esconderlos.

El cuchillo y la mesa. En la mesa no deben cruzarse en el plato el cuchillo y el tenedor, porque según la tradición popular es presagio de desgracias, aunque de acuerdo con los manuales de urbanidad es simplemente una falta de educación.

Resultado de imagen de imagen de pan pinchado en cuchilloTampoco deben cruzarse dos cuchillos sobre la mesa porque trae mala suerte; para contrarrestarla hay que golpear la mesa tres veces con la punta del mango de cada uno.
Se dice que no hay que dejar un cuchillo sobre la mesa con el filo hacia arriba porque trae mala suerte.

Si se está comiendo no se debe hacer girar el cuchillo, ya que el hacerlo presagia disgustos o desgracias en la familia.


En los aquelarres, las brujas que asistían a ellos nunca utilizaban cuchillos en la mesa por temor a que se entrecruzaran.

El cuchillo y el pan. Se dice que trae mala suerte el ofrecer un trozo de pan pinchado en un cuchillo.

La fruta y los colores

De entrada, precisemos que es una simplificación no verdadera decir que la fruta contiene muchas vitaminas. Un eslogan dietético, muy apreciad por los especialistas de nutrición, sintetizaba en un aforismo la manera de satisfacer las necesidades vitamínicas del organismo: “Comer todos los días algo rojo, algo verde y algo amarillo”.

En realidad, el patrimonio vitamínico de la fruta nuca es completo y varía notablemente de un tipo de fruta a otro. Tras el rojo de una naranja se esconde mucha vitamina C y algo de vitamina PP y de 2. Igual que en el verde limón, que como todos los cítricos abunda en vitamina C, pero no en vitaminas del complejo B. Ni siquiera el amarillo plátano tiene un elevado patrimonio de complejo B o de vitamina A, mientras que los albaricoques se distinguen por su elevadísimo contenido en caroteno, progenitor de la vitamina A, pero poseen una escasa cantidad de vitamina C.
 
Así pues, es necesario atenerse a la vieja y simple regla de alternar la fruta en la mesa según la temporada para lograr en su rotación todo el patrimonio vitamínico mineral que necesita el cuerpo humano. Hubo un tiempo en que las estaciones obligaban de modo natural a cambiar de fruta en los distintos meses del año; hoy, el progreso tecnológico de la industria conservera y de los transportes permiten que dispongamos en nuestras mesas de cualquier tipo de fruta en cualquier momento del año. Los cultivos en invernadero y la importación de fruta exótica de continentes con otros ritmos estacionales permiten satisfacer, incluso con obstinada repetición, el gusto y la preferencia personal hacia determinadas variedades de fruta o de verdura.

Analicemos la importancia de los colores: detrás del rosa melocotón o el rosa albaricoque, pero también en la fruta amarillo-anaranjada, como los caquis y el melón, se esconde una notable riqueza en carotenos por su elevada actividad protovitamínica A y por su presunta o presumible potencialidad defensiva contra los radicales libres y las manifestaciones cancerígenas.


Así pues, la fruta, consumida de forma variada, junto con la verdura, nos proporcionan todas las vitaminas que necesitamos.

Ese dolor de espalda que me está matando (II)

EJERCICIOS PARA ELIMINAR EL DOLOR

Es probable que lo último que desee si le duele mucho la espalda es hacer ejercicio. Sin embargo, los especialistas sostienen que es lo mejor en los casos de dolor crónico.

Para las personas que padecen dolores de espalda a diario, especialmente si varían a lo largo del día, el ejercicio puede resultar muy beneficioso. Si usted se está tratando con un especialista, obtenga su aprobación antes de comenzar. He aquí algunos ejercicios recomendados por los médicos.

Practique flexiones. Recuéstese boca abajo, con la pelvis apoyada sobre el suelo, y levántese sobre sus manos, arqueando la espalda mientras levanta los hombros. Esta maniobra lo ayudará a fortalecer la parte inferior de su espalda. Se recomienda practicarla una vez por la mañana y otra por la tarde.

Muévase hasta crujir. Mientras esté en el suelo, gire sobre su espalda y haga lo que se llama “erguirse con decisión”. Túmbese con ambos pies sobre el suelo y las rodillas flexionadas. Coloque las manos sobre los hombros cruzando los brazos. Eleve la cabeza y los hombros lo más arriba que pueda, manteniendo la parte inferior de la espalda sobre el suelo. Manténgase en esta posición durante un segundo, y luego repita el ejercicio.

Nade en tierra firme. Para nadar en tierra firme no necesita una pila de ropa para simular que lo hace en profundidad. Túmbese boca abajo y levante el brazo izquierdo y su pierna derecha. Mantenga ambos miembros elevados durante un segundo, luego alterne con la pierna izquierda y el brazo derecho como si estuviera nadando. Esto ayudará a estirar y fortalecer la parte inferior de su espalda.

Vaya a la piscina. La natación es un excelente ejercicio para la espalda. En los casos agudos nadar en una piscina con agua templada da buenos resultados.

Descargue sus bríos en los pedales. Haga ejercicios en una bicicleta estática con un espejo en el cual usted pueda verse. Asegúrese de estar sentado en la posición correcta, erguido y no desgarbado. Si es necesario, eleve el manillar de la bicicleta para no tener que inclinarse hacia delante.

Sea prudente. Para realizar estos ejercicios se recomienda ser juicioso y saber determinar sus límites. Si el ejercicio que practica le causa dolor o empeora su malestar, no siga haciéndolo. No le sirve de nada apretar los dientes y repetirlo una vez más.


Si en cambio, se siente bien al día siguiente, o al cabo de 2 días, entonces es saludable que siga con los ejercicios.

Ese dolor de espalda que me está matando

He aquí una ley física que seguramente habrá oído pocas veces: cuando más pesada es una cosa, con mayor frecuencia debe moverse. La siguiente es otra ley física: las cosas siempre se ven mejor desde un lugar alejado del que se hallan.

La causa principal del dolor de espalda es el esfuerzo realizado para mover algo muy pesado. Dicho esfuerzo hace que usted empuje, tire, se fuerza, se agache o se estire hasta extremos inimaginables. El resultado será un dolor de espalda, y no siempre le resultará fácil desembarazarse de él. Según las estadísticas, 4 de cada 5 personas experimentan estos dolores en algún momento de su vida. Asimismo, las lesiones relacionadas con la espalda causan a la industria enormes gastos en compensaciones laborales.

ALIVIO PARA UN ATAQUE. Los médicos especialistas le dirán que el dolor de espalda se manifiesta de dos maneras: una aguda y otra crónica. El dolor agudo sobreviene de repente y es muy intenso. Suele producirse al hacer un movimiento o un gesto indebido o incorrecto, que ocasiona una torcedura, un esguince o un estiramiento de los músculos de su espalda. El dolor puede ser muy intenso durante varios días, pero los médicos opinan que se puede aliviar si sigue los siguientes consejos de autoayuda.

NO ANDE MUCHO. Su espalda se lo agradecerá. En caso de dolor agudo, lo primero es permanecer en reposo en la cama. Tal vez, éste sea su único deseo. Cualquier movimiento, incluso levantarse para ir al lavabo, puede resultar doloroso. Por lo tanto, durante los primeros 2 día reduzca la actividad al mínimo.

NO PERMANEZCA DEMASIADO TIEMPO EN LA CAMA. Dependerá de la intensidad de su dolor. Si después de 2 días todavía se siente dolorido, no le vendrá nada mal quedarse un día más. Sin embargo, es mejor abandonar la cama lo antes posible.

La mayoría de las personas creen que al permanecer una semana en la cama desaparecerá el dolor. Esto no es así, puesto que cada semana en la cama representa después 2 semanas de rehabilitación.

En un estudio efectuado en 203 pacientes con dolor de espalda agudo, algunos de los cuales permanecieron 2 días enteros en la cama, mientas que otros lo hicieron durante 7 día, el tiempo requerido para disminuir el dolor fue el mismo, pero los que se habían quedado 2 día en cama pudieron volver a su vida normal más rápidamente.


El tiempo de permanencia en la cama no es importante para la recuperación. Simplemente es más confortable durante los primeros días.

Radicales libres y antioxidantes

Procedente de laboratorios y congresos, el término “antioxidantes” y el todavía más misterioso concepto de “radicales libres” se están infiltrando entre los medios de comunicación para sustituir, como argumento de moda, la ya obsoleta cuestión de las dietas adelgazantes.

No es fácil explicar en términos comprensibles la cuestión de los radicales libres y de los antioxidantes, pero, con el permiso de los bioquímicos, podríamos sintetizar la cuestión diciendo que a lo largo de los procesos de transformación energética de manera inevitable se crean escorias metabólicas; esto es, materiales que si no son alejados o desactivados pueden dañar al propio ambiente de elaboración o apresurar su decadencia natural o su susceptibilidad hacia las agresiones patológicas a las que las células están expuestas continuamente. 

Afortunadamente para nosotros, las células disponen de sistemas antioxidantes propios, capaces de neutralizar estos “radicales libres”, pero puede suceder que la producción de escorias supere la momentánea disponibilidad de sustancias protectoras y desactivadoras.

Un buen régimen dietético, variado y equilibrado, rico en verduras y fruta, desde luego es capaz de potenciar nuestro sistema antioxidante, mientas que una alimentación desequilibrada puede sobrecargarlo. A la objeción de que la cocción de las verduras puede dañar este patrimonio, se puede responder que, si bien las altas temperaturas desactivan gran parte de la vitamina C, mantienen intactos la fibra y los valiosos carotenos.

Así pues, vía libre a las verduras y, en particular, a la familia de las crucíferas (a la que pertenecen la col y el brócoli), por lo menos para quien no se desaliente ante el especial aroma que invade la cocina (la olla a presión puede atenuar este inconveniente) y también para quien tenga cualquier problema digestivo, siempre a condición de que las coles no estén fritas ni rebozadas con mantequilla.

La olla a presion es un recipiente totalmente hermético que sirve para cocinas. La olla a presion funciona debido a que el agua bulle a una temperatura, pero la presión sube esa temperatura, por lo que la olla a presion consigue cocinar los alimentos en menos tiempo que cualquier otra olla que no tenga presión incorporada. 

La olla a presion aumenta la temperatura interior por encima de los 100 grados centígrados llegando a estar a 130 grados centígrados. Las altas temperaturas de la olla a presion hacen que los alimentos se cocinen muy rápidamente. 

La olla a presion suele tardar como tres o cuatro veces menos que el resto de ollas. Por poner un ejemplo los pollos se cocinan en la olla a presion en veinticinco minutos, las judías verdes se cuecen en la olla a presion en cinco minutos, las patatas medianas se cuecen en la olla a presion en cinco minutos, los repollos solo tardan un minuto en la olla a presion, y así podíamos seguir hablando de cada alimento.

La olla a presion es segura pues contiene una válvula que deja pasar el vapor cuando la presión está al límite. La olla a presion tiene que cerrarse herméticamente y suele tener una goma en la tapa para que el cierre sea perfecto, pero hay que tener mucho cuidado con que esta goma no esté deteriorada, porque si el vapor de la olla a presion se escapase por ella podría explotar. 

La olla a presion suele confeccionarse con acero inoxidable o aluminio. La olla a presion puede calentarse con cocinas de gas, eléctricas y de inducción si son de acero inoxidable. 

El primer inventor de esta olla fue el físico Papin que en 1679 que hizo estudios avanzados de cómo cocinar a presión para reducir el tiempo de cocción de los alimentos. Papin presentó el invento en la Royal Society de Londres en 1681, pero no tuvo los efectos deseados y todo el proceso quedó como un estudio más del científico y no se fabricaron esas ollas. Pero este descubrimiento le sirvió para ser miembro de la sociedad científica. 

Fue en el siglo XX cuando el invento tuvo el verdadero éxito y se empezaron a fabricar las primeras ollas. Las ollas funcionan con un muelle que está colocado en la válvula y que en condiciones normales el muelle mantiene la válvula cerrada, pero cuando la olla se calienta el muelle abre la válvula que hace que el vapor de agua salga por la válvula. Las primeras ollas no tenían estas válvulas y cuando el gas salía por un orificio de la olla, sonaba como si fuera un silbato y entonces había que ponerles una pequeña válvula metálica. 

En España se empieza a fabricar y vender la olla en 1919. Esta olla de presión hace que los alimentos que se guisan no pierdan sus propiedades, primero porque emplea menos tiempo en cocinarlos segundo por el sistema que deja todos los nutrientes en el líquido que contiene.

Remedio anti-kilos: El pomelo

Si su zumo se combina con un fármaco inmunodepresor, aumenta el resultado del tratamiento para controlar tumores. Así se asegura en un estudio de la Universidad de Chicago.

Sin embargo, su fama más generalizada le viene como fruta con gran poder antioxidante ya que contiene altas dosis de vitamina C, junto con flavonoides y beta carotenos (provitamina A) en las variedades que tienen la pulpa más coloreada.

AYUDA A ASIMILAR MEJOR EL HIERRO DE LAS CARNES. Es una buena opción para prevenir gripes y catarros, sobre todo en los meses en que hay cambios bruscos de temperatura y las defensas suelen bajar.

Pero ese efecto le viene dado igualmente por los minerales que aporta (potasio, fósforo y magnesio), que intensifican la actividad de los glóbulos blancos.

Y no hay que olvidar que, gracias a la vitamina C de esta fruta, el hierro se asimila mejor. Por eso, conviene incluir su zumo en aquellas comidas que incluyan carnes rojas (que son los alimentos que aportan el hierro más asimilable por nuestro organismo) o también con suplementos para superar una anemia ferropénica.

Sin embargo, hay que recordar que puede disminuir el efecto de determinados antibióticos y algunos antihistamínicos (usados con frecuencia para controlar los síntomas de alergia), un detalle que ya se suele incluir en los prospectos de los medicamentos “afectados”.

UN GRAN ANTI-TOXINAS. También cuenta con la cualidad de fortalecer los pulmones y limpiar los riñones por su acción depuradora.

Pero no solo eso, además estimula la actividad tanto intelectual como física y es ideal para disminuir el colesterol malo, eliminar toxinas, cuidar el cabello y contra las heridas y quemaduras.

El ácido fólico está presente del mismo modo en esta fruta. Y ese dato es importante porque su correcto aporte puede evitar las enfermedades del tubo neural en el feo durante los meses de gestación (sobre todo en las primeras doce semanas); pero también porque reduce los niveles de homocisteína, una sustancia implicada en la aparición de trastornos cardiovasculares.
 

Y, por supuesto, es fundamental para que glóbulos rojos y glóbulos blancos funcionen correctamente, mantengan nuestro sistema inmunológico en forma y seamos capaces de resistir ciertas enfermedades infecciosas de contagio muy fácil en los meses de frío. 

Dolor de cuello o tortícolis

El dolor de cuello suele aparecer cuando se mantiene la cabeza en una posición incómoda extendida hacia delante, con las orejas adelantadas con respecto a la línea de los hombros durante largo tiempo.

Naturalmente, algunas personas son más propensas que otras a sufrir dolores en el cuello debido a sus ocupaciones, por ejemplo, las peluqueras, puesto que trabajan inclinadas hacia delante todo el día.

Sea cual fuere su trabajo o estilo de vida, existen muchas maneras, que a continuación brindamos para aliviar esas molestias.

En principio se trata de modificar malos hábitos por buenos y practicar ejercicios con el cuello. Por lo tanto, mantenga su cuello extendido y sus ojos bien abiertos.

USE HIELO. Un poco de hielo envuelto en una toalla es una buena opción para combatir la rigidez de cuello. Si éste ha sufrido un golpe lesión, el hielo también ayudará a reducir la hinchazón.

USE CALOR. Una vez que el hielo haya disminuido la inflamación aplique calor (ya sea con un paño caliente o en la ducha).

UTILICE UNGÜENTOS. Existen en el mercado ungüentos de venta libre que tienen la propiedad de calmar, pero no de curar, ya que en realidad no penetran la superficie de la piel. Nunca lo use con paños calientes. Recuerde que al menos le proporcionarán un beneficio psicológico.

VUELVA AL FIEL AMIGO. Los antiinflamatorios como la aspirina o el ibuprofeno lo ayudarán a reducir el dolor y la inflamación. Ingiera 2 comprimidos 3 o 4 veces por día.

SIÉNTESE EN UNA SILLA FIRME. Los huesos de la espalda están unidos a los del cuello. Si usted se sienta en una silla que no le brinda un buen soporte, empeorarán los problemas que ya tiene en el cuello, además de aparecer otros nuevos.

USE UNA TOALLA. Pliegue una toalla y colóquela en la parte inferior de su espalda cuando esté sentado. Lo ayudará a mantener derecha su columna vertebral y le añadirá un soporte adicional.


LEVANTE PESOS CON CUIDADO. Es muy fácil olvidar que existen formas adecuadas e inadecuadas para levantar objetos pesados. La mejor manera es flexionando las rodillas y manteniendo la columna erecta mientras coloca el objeto entre sus pies. Cuando levante el objeto manténgalo lo más cerca posible de su cuerpo. 

El puerro


Solemos consumirlo cocido, pero también se puede hacer a la plancha, asado o rehogado.

Su principal característica es que es rico en potasio y pobre en sodio, y por tanto diurético, lo que beneficia en casos de hipertensión, pero también si se tiene el ácido úrico elevado o se sufre gota, cuando hay presencia de cálculos renales o se retine demasiado líquido.

Por si fuera poco, facilita el proceso digestivo y el hecho de que no aporta apenas calorías unido a todo el resto de ventajas nutricionales justifica que esté muy presente en los platos de quienes desean o necesitan perder peso.

Rico de todas formas.

Destaca, además, su riqueza en sales minerales como hierro, magnesio, azufre, sílice, sodio, potasio, manganeso, fósforo y calcio.

El aceite esencial presente en el puerro actúa sobre las vías respiratorias y facilita la expectoración, algo importante si tienes tendencia a los catarros y bronquitis.

Pero cuidado, porque ese mismo compuesto, tan beneficioso en los casos que he mencionado, puede causar reacciones alérgicas en personas predispuestas.

Ten en cuenta que lo ideal es prepararlo al vapor, ya que, si lo tomas hervido y desechas el agua de cocción estás dejando de tomar sus minerales, que habrán quedado en el líquido. De todas formas, puedes emplear esa agua para elaborar sopas o beberlo en la comida. Otra opción, más sabrosa, es gratinarlo al horno. En ese caso, se hierven y luego se enrolla cada uno en una loncha de jamón cocido. Se colocan en una fuente, se añade la bechamel y el queso rallado. Una posibilidad más es preparar una vichyssoise o crema de puerros.

Ojo con los gases.


Su contenido en azufre no es despreciable y eso puede provocar gases y flatulencia. De ahí que las personas con aerofagia o dispepsia (molestias digestivas recurrentes) pueden no tolerarlo y deban tomarlo con moderación y sin mezclarlo con otros alimentos flatulentos. 

Las tumbas

Las tumbas, cementerios, sepulcros, etc., son lugares que por su carácter tétrico han estado siempre presentes en la cultura popular como objeto de diversas supersticiones de signo contrario.

Las supersticiones favorables están avaladas por Beda el Venerable, que, en la Historia Eclesiástica, III, IX, escribe: “Muchas personas cogen tierra de la tuba de san Osvaldo y la mezclan con agua, dándola de beber a los enfermos, que se curan”.

Al parecer, los dolores de cuello, como la tortícolis, se curan mediante el rocío que se ha recogido. A continuación, se pasa con él tres veces de la cabeza a los pies de la tumba del último joven fallecido antes del 1 de mayo. Este rocío debe ser recogido el 1 de mayo antes de la salida del sol.

Soñar con cementerios se identifica con la prosperidad en los negocios.

Por el contrario, el comentario de Teofrasto en el tratado de los Caracteres morales es de tipo negativo: “El hombre supersticioso nunca camina sobre una tumba”.

Se dice que trae mala suerte despedirse entre tumbas.

También trae mala suerte recoger las flores que creen entre las tumbas y caminar sobre las que están en el suelo de las iglesias y catedrales.

Se creía que las mujeres embarazadas no debían aminar entre tumbas, ya que traía mala suerte para el futuro niño. Otra creencia mantiene que pasar sin querer por encima de una tumba oculta produce sarpullidos y erupciones.

Algunas de estas supersticiones están unidas a las creencias sobre las ánimas de los difuntos: se cree que al que pasa cerca de un cementerio le ocurrirá una desgracia y que si se llama de noche a la puerta del cementerio acuden todas las animas de los difuntos para ver quién llama.

                    






Los vampiros (II)

En Europa la superstición vampírica tiene su mayor arraigo en Centroeuropa, aunque está extendida por todo el continente.

En la antigua Escandinavia la idea de los no muertos originó la leyenda de que podían volver a la vida en forma de monstruos insaciables de sangre como refleja la Grettis Saga. Ocurre lo mismo entre los primitivos sajones y entre los celtas.

La superstición eslava, cuya máxima exponente son las leyendas de Transilvania, es la más conocida. La leyenda nace de la historia del príncipe Vlad III Tepes el Empalador, que ostentaba el título de Vaivoda de Valaquia. L término eslavo vaivod significa príncipe, título que ostentaban los soberanos de Moldavia, Valaquia y Transilvania. El reinado de Vlad III se inicia a partir del año 1456 y se hizo célebre por sus luchas contra los turcos y por una crueldad tan extrema que el pueblo lo consideraba como la encarnación del diablo.

                  

El príncipe Vlad era conocido también por el nombre Dracul, lo mismo que su padre; Dracul significa “diablo” en rumano y su origen proviene de los caballeros de la Sagrada Orden del Dragón a la que pertenecían; el dragón para los eslavos constituía la representación del diablo. En esta leyenda se inspiró el escritor irlandés Bram Stoker (184-1912) para escribir su célebre novela Drácula (Londres, 1897), cuyo protagonista es el conde Drácula, vampiro originario de Transilvania, que ha protagonizado un sinfín de películas, la primera de las cuales es el célebre Nosferatu de F. W. Murnau (1922). La versión femenina del mito del vampiro es Carmilla, del escritor irlandés Joseph Sheridan Le Fanu (1814-1873).

En España también se ha recogido esta superstición; en Cataluña se conocen las leyendas vampíricas del conde Estruch, del sigo XII, relatadas por el escritor Salvado r Sainz Rof en su novela Estruc, localizada en Llers, en el Alt Empordà (Gerona) donde se conservan las ruinas de su castillo; y las del señor de Pratdip, Baix Camp (Tarragona), datada en el siglo XIII. La leyenda del caballero Onofre de Dip ha sido relatada por el escritor Joan Perucho en Les Històries Naturals. Aunque paree ser que el origen de la leyenda del vampiro de Pratdip procede de la existencia de la Edad Media de unos perros carnívoros llamados “dips”.

En Galicia existe la creencia en las brujas chupadoras de sangre, conocidas como las meigas chuchonas, versión femenina del vampiro, que también se recoge en la brujería vasca.

El origen de la superstición de los vampiros se encuentra en el intento de los pueblos primitivos de explicar cierto tipo de enfermedades, como la anemia perniciosa.

Tylor expone en el volumen II e su libro Primitive culture (1878): “Al ver que ciertos individuos se iban debilitando sin causa aparente y encanijándose de día en día como si perdiesen la sangre, el animismo salvaje hubo de encontrar una causa de este fenómeno e imaginó ciertos demonios o espíritus maléficos que devoran el alma o el corazón o chupan la sangre de sus víctimas tal es el origen de la creencia en el vampiro”.

Existen ciertos individuos hematófagos cuya naturaleza les impele a comer carne cruda y vísceras sanguinolentas. Es un tipo de personas que han sido consideradas como vampiros por el acervo popular.