Cuando
Hamlet se lamentaba de los ultrajes del destino y de las afrentas que su cuerpo
debía soportar, ciertamente no se quejaba de los abejorros ni de las medusas.
Tenía otros enemigos que vencer y muchas decisiones que tomar. Pero si usted
acaba de sufrir una picadura de una de esas malditas criaturas, tendrá también
que tomar una decisión: ser o no ser vencido por el dolor. Elija no sufrir
considerando los siguientes consejos.
Abejas, Avispas y sus
parientes. Cuando
estos insectos pican, inyectan veneno en los tejidos cutáneos, causando dolor,
color rojizo e hinchazón en el lugar de la picadura. El malestar puede durar varias
horas o un día, dependiendo del tipo y la cantidad de insectos que le hayan
picado.
Identifique a su agresor. Si sabe qué clase de
insecto produjo la picadura, será más fácil decidir el tratamiento y evitar
nuevas picaduras. La abeja (obrera), con un cuerpo marrón dorado muy velloso,
puede picar una sola vez, debido a que muere al introducir el aguijón en la
piel de su víctima.
En
cambio, los abejorros y las avispas tienen un aguijón más pequeño, pero pueden
agredirlo repetidas veces ya que no mueren al desprenderse de él.
Las
avispas con pintas amarillas plantean un problema adicional. ¡Cuidado! Si aplasta
a una de ellas, sus compañeras del nido se abalanzarán sobre usted. Al romper
el saco de veneno, se desprende una sustancia química que incita a sus
compañeras a atacar.
Ataque con rapidez. La clave para que el
tratamiento sea efectivo es actuar con rapidez. Cuanto antes se apliquen los
primeros auxilios, antes podrá controlar el dolor y la hinchazón.
Quítese el aguijón. En el caso de una picadura
de abeja, debe quitarse el aguijón lo antes posible. De lo contrario, el saco
de veneno continúa penetrando en la piel durante 2 o 3 minutos. Debe tener
cuidado de no aplastar el aguijón ni el saco, ya que se desprendería más veneno
dentro de sus tejidos.
Para
quitarse el aguijón, empújelo suavemente hacia fuera con las uñas, una lima o
el borde de una tarjeta de crédito.
Limpie la zona. El veneno de las abejas y
avispas suele contener bacterias. Por consiguiente, debe lavarse el área de la
picadura con agua y jabón o con un antiséptico.