Consejos para perder peso (I)

Antes de comenzar una dieta plantéese si realmente está motivado para perder peso y mantener esta pérdida a largo plazo. Esto no es fácil, pues implica el cambio de los hábitos nutricionales y de vida, incorporando el ejercicio físico.

Además, haga una lista de las razones por las cuales desea bajar de peso. Luego podrá leerlas y ello le ayudarán a mantener la motivación. Tómese una fotografía de “antes”. Es realmente satisfactorio notar la diferencia producida por la dieta cuando se consigue reducir el peso hasta los niveles deseados, eso, de por sí, es una gran recompensa. Observe cómo comen los demás. Compare la forma de comer de una persona delgada y la de una gruesa. Esta última come de forma rápida, con voracidad, se atraganta de comida. ¿Cuál de las dos se ve mejor comiendo?

El objetivo es conseguir una reducción de peso progresiva, y aprender unos hábitos nutricionales adecuados, que incorpore a su vida. Esto es muy importante para que no vuelva a coger el peso perdido. Y, además, sin renunciar al placer de la comida. Propóngase objetivos realistas. El ritmo adecuado de pérdida de peso no debería ser mayor de un kilo a la semana. Cualquier ritmo más rápido implica que lo que se está perdiendo no es sólo grasa, sino agua y tejido magro. No se pese todos los días. Solamente una vez por semana. Es fácil desanimarse si no ve resultados en la báscula todos los días.

Puede ser muy útil que haga un registro de alimentos y escriba en un diario todo lo que come. Aunque de momento le parezca una pérdida de tiempo y crea que sabe perfectamente lo que come, mucha gente no empieza a conocer sus costumbres alimentarias hasta después de realizar varios registros dietéticos. Uno no puede pretender cambiar sus hábitos alimentarios si desconoce cuáles son sus errores. Anote la hora y lo que pasa en ese momento. Por ejemplo, ¿estaba aburrido?, ¿triste?, ¿viendo comer a otra persona?, ¿coincide con un programa de televisión? Vea si del diario puede extraer algún patrón respecto a la comida en exceso.

Debe realizar algún ejercicio. No es necesario hacer ningún deporte extenuante. Se trata de incorporar la actividad a la vida diaria: use menos el coche, los ascensores…, simplemente camine para ir al trabajo o cuando vaya a los recados, lo ideal sería al menos 30 minutos al día, suba las escaleras o incluso…. Baile. Hacer ejercicio acompañado es más divertido y asegura su continuidad. Elija una actividad ligera que no sobrecargue las articulaciones.

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