La escoba

La escoba ha sido el vehículo por excelencia sobre el cual se trasladaban las brujas para asistir a los aquelarres.

Con estos antecedentes no es de extrañar que este instrumento de limpieza aparentemente inofensivo esté relacionado con las supersticiones de carácter negativo.

Julio Caro Baroja describe en su libro Las brujas y su mundo un viaje en escoba: “…. algunas brujas llegan a la asamblea sobre palos y escobas, generalmente. Pero las hay que van montadas en un macho cabrío (acompañadas de dos niños que han raptado o seducido y que van a ofrecer a Satán) o sobre un dragón. Vuelan, además, por el aire, sierpes y monstruos”.

Antes de emprender un vuelo, las brujas untaban las escobas y el dorso y la palma de las manos con un ungüento especial, a continuación, se ponían la escoba entre las piernas y salían volando hacia el aquelarre.

Las visitas inoportunas se ahuyentan poniendo detrás de la puerta una escoba con el palo hacia abajo.

Entre los marinos existía la superstición de que si se colocaba una escoba invertida la mujer de un marino tendría una desgracia. También les traía mala suerte el que una escoba del barco se cayera al mar.

Al parecer, si se barren los pies calzados de una soltera o una viuda, éstas no se casarán.

Es creencia popular que trae mala suerte colocar una escoba sobre la mesa. También trae mala suerte comprar una escoba en Navidad o en el mes de mayo, ya que estas escobas barren fuera la familia y los amigos.


                               Mi brujita con escoba

No hay comentarios:

Publicar un comentario