Mitología

Gustave Moreau 005.jpgHay una leyenda que cuenta que Layo, rey de Tebas había cometido un acto grave contra Apolo y éste, para castigarle, le había impuesto que “muriera sin hijos”. Para un griego de la antigüedad, que creía en la supervivencia terrenal a través de los hijos y de la continuidad de la familia, no podía haber castigo peor. Layo en un momento de locura, engendra u hijo, Edipo, del que intentará deshacerse de inmediato por que un adivino le había predico que aquel le mataría. Pero Edipo, a quien el rey mando exponer en lo alto del monte citerón como pasto de las fieras fue recogido, por n pastor que se lo entregó a rey de Corinto, el cual, no teniendo hijos, lo adoptó.
Y en una ocasión, cuando iba hacia la ciudad de Tebas, se enfrenta por motivos fútiles con un dignatario de aspecto regio, rodeado por un séquito. En la pelea, Edipo gana a todos e incluso mata al viejo dignatario, que en realidad era su padre Layo. Mientras tanto en la ciudad de Tebas la gente vivía aterrada por el flagelo de la Esfinge, u monstruo con cabeza de mujer y cuerpo de perra alada, que había enviado Dionisos para castigar a la ciudad que se había negado a rendirle culto. La Esfinge proponía un enigma a aquellos que no sabían hallar la solución exacta. Solo Edipo, tras entrar en la ciudad, supo darle al enigma de la Esfinge la solución correcta.
Esta es la lectura del texto con el que se expone en Edipo Rey, de Sófocles, un escritor de tragedias que vivió en Atenas en el siglo V a C.:

Hay un ser en la tierra que camina sobre dos patas, cuatros patas y tres patas, uno solo es el sonido de su voz, él solo entre los seres que se mueven en la tierra, en el aire y en el mar, cambia de forma. Mas cuando avanza apoyado en el mayor número de patas, entonces la fuerza de sus miembros es mínima.

Y así fue como lo resolvió Edipo:

¡Escucha, aunque no quieras, oh diosa de los muertos, diosa de alas malignas, mi voz que anuncia tu fin: ¡hablas del hombre que, cuando camina en la tierra, primero durante la infancia camina a cuatro patas, y lejos del vientre materno, siendo ya viejo, se poya en un bastón, como en un tercer pie, reclinando el cuello curvo por los años!

Entonces la Esfinge se mató tirándose desde lo alto de un precipicio. Los tebanos, agradecidos, eligieron a Edipo como rey y le dieron por esposa a la reina Yocasta.

De esta forma se cumplía la profecía del oráculo. Edipo mata sin saberlo a su padre y se casa con su propia madre. De su unión nacerán otros hijos, igualmente desgraciaos e infelices. 

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