La presión arterial (I)

La presión arterial elevada (Hipertensión) ocupa el tercer lugar entre las enfermedades crónicas de los EE.UU., después de la sinusitis y la artritis.

No obstante, más importante que su situación con respecto a otras enfermedades es su significado en las personas de edad avanzada. De todos los factores de riesgo de un ataque de corazón, la hipertensión arterial es un indicativo de una precisión sorprendente para predecir quién tendrá una enfermedad cardiovascular después de los 65 años.

Por otra parte, conviene saber que alrededor del 70% de los pacientes tienen hipertensión leve, es decir, que los niveles de presión diastólica son de 90-105 mmHg. Se han producido algunos cambios importantes para el tratamiento de esta población. La atención se ha centrado en las terapias sin medicamentos.

La mayoría de las personas con hipertensión leve se muestran favorables a la propuesta de las terapias sin fármacos u opinan que, al menos, se debería intentar.

Los siguientes remedios están concebidos para ayudar a las personas con hipertensión leve a alcanzar un buen control de su afección. Si usted ya está tomando medicamentos para la presión arterial, necesitará adecuar su dosis, para lo cual se recomienda consultar al médico antes de hacer cualquier cambio.

Controle el peso. Si bien muchos hipertensos son delgados, las personas obesas tienden a padecer hipertensión 3 veces más que la gente de peso normal.

La obesidad comienza cuando el peso está un 20% por encima del peso ideal para su altura y estructura de los huesos. Sin embargo, los individuos obesos no necesitan bajar esta cantidad para reducir la presión arterial alta. En un estudio realizado en Israel se comprobó que las personas obesas hipertensas pueden alcanzar niveles de presión normales con sólo bajar la mitad de su exceso de peso, incluso si siguen siendo obesas.


La pérdida de cantidades de peso relativamente menores puede asociarse a una caída de la presión arterial. Por lo tanto, aunque una persona no pueda reducir todo su exceso de peso, cualquier pérdida, por mínima que sea, ayudará a disminuir la presión arterial.

Continuamos en la próxima entrada. 

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