La presión arterial (III)

Relación con el calcio. Este elemento parece tener un efecto positivo sobre la hipertensión en algunas personas. Sin embargo, las investigaciones aún continúan con el objetivo de determinar quién responderá favorablemente al calcio. Al parecer, los hipertensos sensibles a la sal (que representan alrededor de la mitad de los casos) responden bien al calcio. De modo que, si la sal no es buena para usted, sí lo es el calcio.

Evite los ejercicios isométricos. Haga ejercicio como parte de un programa para reducir la hipertensión. Se recomienda eliminar los ejercicios isométricos (p. ej., levantar pesas) del tratamiento, ya que pueden elevar de forma súbita la presión arterial.

En cambio, practique aerobic. Aunque los estudios han demostrado que los ejercicios de aerobic son muy beneficiosos para la presión arterial, los hipertensos siempre deben practicarlos con precaución.

Por lo general, se comienza caminando 400 m a marcha rápida, aumentando gradualmente hasta 2 km. Más adelante, se empieza a correr (siempre y cuando haya superado las pruebas médicas e, incluso, un electrocardiograma).

Este ejercicio es efectivo porque estimula a que los vasos sanguíneos se abran y, en consecuencia, la presión arterial baja. Aunque durante la práctica del ejercicio la presión aumenta, al finalizar tiende a bajar y, después, cuando vuelve a subir su ascenso es menor.

La natación, el ciclismo y caminar a paso rápido lleva un poco más de tiempo, pero los resultados son similares. Lo importante es que la caminata sea enérgica. Comience haciendo los 400 m en 4 minutos, y acabe los 2 Km en 15 minutos o menos.


Hágase vegetariano. Se ha comprobado que los vegetarianos tienen la presión más baja que la mayoría de la gente (10-15 mmHg), tanto la diastólica como la sistólica. Lo curioso es que nadie sabe por qué. Probablemente se debe a que sus dietas no incluyen el cigarrillo, la bebida y el exceso de comida. 

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